Actrices, directoras, productoras y otras profesionales de la industria audiovisual han puesto voz este martes en Donostia a testimonios de violaciones, abusos, acoso y coacciones sufridas por otras compañeras, y han denunciado el "muro de silencio y complicidad" levantado en el sector ante las violencias sexuales.

El Festival de San Sebastián ha sido el marco en el que se ha celebrado el acto, en el que la lectura colectiva de las experiencias padecidas por mujeres de todas las áreas del sector audiovisual ha contado con la participación de la productora de El Deseo Esther García, Premio Donostia de este 73 Zinemaldia.

Además de las profesionales reunidas en la sala de prensa del Palacio Kursaal, las actrices Anna Castillo, Carolina Yuste, Patricia López Arnaiz y Susana Abaitua, entre otras, han relatado en un vídeo muchas de las situaciones vividas por sus compañeras, la mayoría de las cuales optó por el silencio convencidas de que no las iban a creer.

Acto 'inédito'

'Nuestras voces' ha sido el lema elegido por el Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad (GTI), del que forman parte asociaciones feministas del cine y el audiovisual, para este acto inédito, que ha abierto el director del ICAA, Ignasi Camós, quien ha mostrado "el compromiso del Ministerio de Cultura con la tolerancia cero hacia este problema estructural" del sector.

Han recordado algunos de los datos del informe presentado en abril por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), que contiene por escrito los testimonios leídos hoy, y según el cual más de la mitad de las mujeres que trabajan en la industria cinematográfica y audiovisual han sufrido algún tipo de violencia sexual.

El colofón del acto ha sido la lectura de un manifiesto con peticiones expresas tanto a las administraciones públicas como a la propia industria.

No son casos aislados

"Estos no son casos aislados. Las violencias sexuales son la expresión de un sistema político, económico, cultural y social que las tolera y reproduce. Representan una vulneración de derechos humanos que ha permanecido durante décadas invisibilizada, normalizada y desacreditada. Por ello, la lucha contra estas violencias exige un compromiso político y social rotundo y sostenido", proclaman en el texto.

A las administraciones públicas les exigen que garanticen presupuestos específicos contra las violencias sexuales en el sector, además de la elaboración de "un protocolo marco estatal y crear un observatorio especializado" y de "herramientas alternativas que permitan actuar sin necesidad de judicializar los casos".

Piden asimismo "organismos externos independientes que supervisen el cumplimiento y eviten que las productoras desestimen las denuncias" y "formación obligatoria en prevención para todo el sector".

Petición al sector

A productoras, distribuidoras, festivales, televisiones, escuelas y academias les reclaman la adopción de "protocolos y planes de igualdad con mecanismos de denuncia", y que "aseguren y redefinan las formaciones sobre acoso y violencias sexuales, para que sean obligatorias para todos los equipos, presenciales, y con un enfoque feminista que aborde el problema desde su dimensión estructural".

"Aprobar códigos éticos y compromisos públicos contra la violencia machista, y ejecutarlos" y "promover la diversidad en los equipos de trabajo, evitando entornos exclusivamente masculinos que refuercen dinámicas de poder y exclusión de las mujeres y disidencias de género" son otras de sus exigencias.

Plantean además implementar "puntos violeta" en rodajes y foros, e "implementar la figura de la coordinación de intimidad y la figura de la persona de referencia en rodajes y otros procesos de potencial vulnerabilidad de les participantes".

"Los muros que quieren acallar nuestras voces ya no resisten. Los hemos convertido en ventanas, puertas y plazas donde 'todes' nos encontramos. De todo ello hemos hecho una casa común, una red de confianza y comprensión", subrayan.