La foto de un Bertín Osborne despatarrado en el sofá junto a varios de sus compañeros/as, a quienes no les queda espacio ni para respirar, ha eclipsado el estreno de Tu cara me suena y todas esas fotos de pose tan cuidadas que nos envían a la prensa para promocionar el formato.

No, entre las que han enviado desde Antena 3 no está la foto del despatarrado Bertín, pero da igual, esa imagen del primer programa, que vimos el viernes, se ha hecho ya viral por su apertura de piernas en un ángulo de 180 grados para hacer espacio a sus huevazos en el sofá.

Para obsequiarnos con esa imagen, Osborne ha dejado temporalmente su programa en las autonómicas –que incluso lleva su nombre– a cambio de un pastón y, habrá que suponer, los pluses habituales: intervenciones como aludido con Sonsoles y ser presentador de alguna cosa.

En cualquier caso, se cierra el círculo, porque Bertín fue, allá por los noventa, el presentador de la primera versión de este programa con anónimos: Lluvia de estrellas. Es la prueba de cómo pasa el tiempo: de presentarlo a concursarlo; aunque en lo de despatarrarse en el sofá siga igual que cuando presentaba, con 30 años menos, aquel espacio de ligoteo telecinquero: Contacto con tacto.

La crítica por su despatarre, que estoy seguro que se la trae el pairo, no tendrá repercusión en el programa, que ya está grabado, y por eso sabemos que este viernes no le irá muy allá como Elvis y que desde la cuarta semana Llàcer (cuánta emoción en su regreso) aparecerá con el brazo escayolado.

Y para quien no la haya visto, ahí va la tan comentada foto.