Belén Esteban ha comenzado Sálvame este lunes tan enfadada que no se ha cortado un pelo, atacando incluso a su programa, en el que lleva años y años participando. Su rostro lo decía todo cuando a las cuatro de la tarde ha aparecido en pantalla junto a las presentadoras, Adela González y María Patiño.

La colaboradora se mostraba indignada con el tratamiento que se hizo el viernes en el programa del fallecimiento de Bernardo Pantoja, el padre de Anabel, excompañera en Sálvame y buena amiga suya. Un último adiós que se convirtió en un circo lleno de malos rollos entre familiares, vetos, polémicas, rumores y hasta un desmayo en directo ante las cámaras. Belén Esteban, pese a su cojera, estuvo en el tanatorio arropándola y llegaba al plató dispuesta a salir al ataque.

“Vengo calentita, triste y vengo a defender a mi amiga, no a Isabel Pantoja porque no me quiero meter ahí, porque no sé, pero vengo a defender a Anabel Pantoja. Soy libre para decir que el viernes, viendo mi programa, me avergoncé de Sálvame diario, afirmaba la madrileña, a la que Patiño intentaba pararle los pies: "Esta noche hay cena de empresa...", le recordaba.

Pero después de la publicidad Belén Esteban se ha mantenido en la misma línea. “Estoy triste y me emociono porque mi amiga Anabel es mi familia y yo por mis amigos, como muchos de los que hay aquí, mato y por ella mato. Aquí vuelvo a decir, aunque me regañen, que el programa me pareció vergonzoso y es la primera vez que me avergüenzo del programa en el que trabajo. Es que vende más la bulla que la verdad”.

La princesa del pueblo ha querido dejar claro que la situación no fue tan tensa como se hizo ver desde el programa, que Anabel Pantoja dio su espacio a Junco, la viuda de Bernardo, a la que incluso ofreció su ayuda en la misma sala del velatorio.