Imanol Arias ha dado mucho que hablar en los últimos días. Sus declaraciones en un programa de TeleBilbao insinuando que el Gobierno socialista censuraba la serie Cuéntame porque la trama (que hablaba de Luis Roldán) perjudicaba al partido han provocado un enorme revuelo.
En primer lugar se pronunció la productora de la serie, Grupo Ganga, que se mostró “abochornada” por las palabras del actor y rechazó lo que éste había dicho, agradeciendo que siempre han tenido libertad absoluta para los guiones en los más de 20 años que llevaban con esta veterana producción.
Y aunque después Imanol Arias se retractó de lo dicho con un “se me fue la olla” y lo definió como un “calentón verborreico”, el sindicato UGT de RTVE ha cargado contra él, asegurando que sus palabras no pueden quedar en un “lo siento, no volverá a pasar, porque las falsedades vertidas sobre RTVE y todos sus trabajadores y trabajadoras son demasiado graves e injustas como para ser superadas por unas simples disculpas”, afirma en un comunicado con un tono duro a la par que irónico.
El sindicato recuerda que Arias dijo en televisión que “es insoportable estar en esa cadena”. No quiero volver, que me liberen ya” y pide que no vuelva “bajo ningún concepto a trabajar para RTVE, a soportar este castigo. Hágase lo que haya que hacer con Cuéntame, dese el giro que haya que dar para que el sufrimiento de Imanol Arias no se alargue ni un solo segundo más”.
Desde UGT también se muestran indignados con la afirmación del actor de que había visto a 9.000 trabajadores en RTVE sin hacer nada y le recuerdan que la plantilla de RTVE ronda las 6.500 personas. “Ojalá fuese de 9.000 porque en muchos puestos de trabajo nuestros compañeros y compañeras se las ven y se las desean para sacar adelante este servicio público”.
Y la nota ya deja el tono irónico para atacar con dureza a Imanol Arias. “Lo que vemos nosotros es solo a un desagradecido con todas sus letras y en mayúsculas. Lo que vemos es un actor que se hizo y se forjo en y gracias a esta casa, a la que se lo debe todo, y que ahora vomita un montón de basura sobre ella. Un actor con gravísimos problemas fiscales, con tremendas irregularidades en sus obligaciones con lo público, y que debería ocuparse de dar explicaciones a la sociedad en lugar de arrojar estiércol sobre ella. Y vemos también a un señor demasiado bien pagado, indecentemente bien pagado por lo público y que, en su infinito desagradecimiento, se ha llevado supuestamente la pasta a donde hiciese falta con tal de eludir su coste fiscal”.
Además, revelan que el actor leonés cobra 47.000 euros por capítulo e insisten en que RTVE debe romper inmediatamente su relación con él. “Que se vaya ya y que no vuelva jamás”.