- Ni agotados, ni faltos de ideas, ni presionados por críticas o resultados. Los creadores de Élite siguen convencidos de que a la joya de Netflix aún le queda mucha vida y prometen una sexta temporada -que está en pleno rodaje- conciliadora y regresiva a los orígenes de la serie, pese a que de nuevo habrá una revolución de caras.

"Si no fuera divertido y si no sintiéramos que está viva, habríamos dejado la serie. No la sentimos agotada porque quedan miles de cosas por contar", narra Carlos Montero, en una visita al rodaje en el centro de producción de Netflix en el municipio madrileño de Tres Cantos. Acompañado de directivos de la compañía, miembros del equipo de la serie y algunos de los actores, Montero defiende que la fórmula sigue funcionando: "Cuando estás en una serie de varias temporadas se nota mucho cuando tienes que estar tirando del carro porque aquello ya no avanza. Pero con Élite eso no pasa. Realmente hemos creado un universo en el que todos los que llegan nuevos encajan. Y esta es una de las grandes fortalezas", asegura.

Pese a que sigue siendo una de las joyas de Netflix en España, la quinta temporada no ha logrado el éxito de las anteriores. En las cinco semanas que lleva en el aire ha logrado 172 millones de horas vistas, unos datos considerablemente más bajos que los 275 millones que logró la tercera temporada en sus 28 primeros días de emisión y los 257 de la cuarta. Aun así, la serie juvenil continúa siendo una de las producciones más cuidadas, reconoce en la visita la directora de Ficción de Netflix en España, Verónica Fernández.

El objetivo de cada temporada es crecer en espectacularidad y no se escatima en la construcción de nuevos decorados como la Isadora House, una discoteca con suites de ensueño que ocupa uno de los tres platós en los que se está rodando la serie. También un piso de lujo que parece una vivienda real en el que viven los nuevos personajes que interpretarán los actores Carmen Arrufat y Álex Pastrana, una pareja de influencers bautizada como Saraul, un espacio con estancias unidas que permiten un mayor movimiento a los personajes y mayores movimientos de cámara y el efecto de la "cuarta pared". "Es una maravilla que cada cierto tiempo la serie abra sus puertas a nuevos personajes. Eso también da frescura a las historias, a las tramas y es una manera de seguir enganchando a nuevos públicos", cuenta otra de las nuevas incorporaciones, Ana Bokesa. Álvaro de Juana y Ander Puig son los otros dos nuevos y todos ellos confiesan que se sienten un poco abrumados por lo que saben que vendrá.

La quinta temporada de Élite ha estado además llena de polémica, por romantizar presuntamente una violación y dibujar a un violador como una víctima. "Todo lo que se plantea ahí se resuelve en la siguiente temporada. Todos los que nos criticaron, con razón o sin razón, se van a ir muy satisfechos en esta temporada. Desde el principio se planteó un viaje de dos temporadas", cuenta Montero.

Aunque escriben a un año vista y no pueden reaccionar rápidamente a las críticas, confiesa, estas sí les afectan a largo plazo, aunque no piensan dejarse llevar por la "corriente puritana", advierte. "Nos metemos en esos fregaos porque nos apetece, porque es la marca de la serie, y muchas veces herimos susceptibilidades, pero no es nuestra intención", explica el creador.

Después de varias temporadas de "fanfarria y fuegos artificiales", que también les han traído algunas críticas por el excesivo sexo o la frivolidad, con Élite temporada seis se buscará "volver a la esencia de la primera temporada", hablar de temas que "dejen poso", esos que tienen en común los jóvenes, independientemente de si van o no vestidos de uniforme.

"Es una temporada mucho más madura en general", cuenta la actriz Valentina Zenere, llamada a ser una de las principales protagonistas de esta parte, tras convertirse Isadora en víctima de una violación grupal.