MADRID. Aquella primera cámara, que tenía nada menos que el tamaño de una tostadora y tardaba 26 segundos en grabar la imagen completa (en blanco y negro) en una cinta, fue según su creador un invento algo revolucionario. Aquella primera cámara podía acumular 30 imágenes de 0,1 megapíxeles.

¿Qué hubiera pensado George Eastman, el fundador de Kodak, al ver que su empresa era víctima, precisamente, de sus propios avances? Es posible que su gestión de las más de mil patentes que originó esa primera cámara digital, hubiera sido más efectiva.

Porque, lo cierto, es que una mala gestión de esas patentes ha sido, según todos los indicios, el motivo que ha llevado a la firma de Rochester (Nueva York) a la ruina.

Tal es la situación que la marca que popularizó la fotografía en el mundo occidental va a dejar definitivamente su actividad digital, o al menos eso dicen sus actuales responsables, a cuya cabeza figura el gallego Antonio López, y ha dicho que vuelve a lo que podría ser llamado negocio tradicional. Dejémoslo, de momento, ahí.

Pero, lo que podría ser una excelente noticia para los usuarios de la fotografía analógica, que más bien deberíamos llamar química, no es completa porque Kodak ha anunciado que deja de fabricar sus negativos reversibles (diapositivas) y va a encarecer los negativos de blanco y negro y de color, hasta el 15 por ciento. No es una buena noticia.

Un portavoz de Kodak en España señaló a EFEVerde que la decisión de dejar de fabricar el negativo reversible es meramente económica: falta de rentabilidad; porque es caro de producir; complicado de revelar y, desde la llegada de la foto digital, su uso ha bajado de forma sensible.

En cuanto a la subida de precio de los otros negativos, la responsabilidad hay que achacarla al elevado precio de la plata, uno de los componentes más importantes, según el citado portavoz. Tampoco son éstas buenas noticias para los partidarios de la foto tradicional.

Pero, ¿está la foto química al borde la muerte? No parece que sea así; más bien parece que se convertirá en algo mucho más para aquellos que, además de la nostalgia, sientan la pasión por saber cómo serán las fotos que han hecho. Pero, este es otro tema.