Las arañas del género Latrodectus (también conocidas como viudas negras) son famosas por devorar al macho tras la cópula, pero no son las únicas. Entre los artrópodos el canibalismo es relativamente frecuente y varios arácnidos acostumbran a comerse a sus parejas antes, durante o tras la cópula. Sin embargo, las caníbales siempre eran ellas. Hasta ahora. Científicos uruguayos han descubierto una araña lobo macho (Allocosa brasiliensis) que se come a las hembras, sobre todo si éstas son mayores y de bajo estatus reproductivo. Los investigadores, con Anita Aisenberg a la cabeza, han publicado los resultados de su estudio en la revista Biological Journal of the Linnean Society. Los científicos explican que la araña en cuestión prefiere copular con parejas jóvenes, vírgenes y con el vientre ancho para aumentan sus posibilidades de producir mayor descendencia. El primer saco de huevos de una hembra es el que contiene más crías (unas 180). A partir de entonces, la cifra decrece, si un macho no se la come antes, claro. Entonces, las arañas mayores dejan de resultar atractivas a los machos y corren el riesgo de ser eliminadas para favorecer la cópula con las más inexperimentadas.