Desde 2006 corría el rumor de que el matrimonio Bono Rodríguez sufría un bache en su relación. Durante ese año la crisis se atribuía al posible romance de la esposa del presidente del Congreso, Ana Rodríguez, con un joyero cordobés. Fue en esa misma época cuando Bono dimitió como ministro de Defensa para dedicarse a su familia. Algunos decían que era un modo de intentar reconquistar a su mujer y darle una segunda oportunidad a su matrimonio. Pero, después de 29 años de casados y cuatro después de la supuesta crisis, el mismo Bono anunció ayer su separación. Hoy, Ana Rodríguez y el ex ministro visitarán Toledo para presentar el escrito por el que se separan de mutuo acuerdo. En el comunicado oficial los dos piden sobre todo respeto a su intimidad y a la de sus hijos.

La última vez que se les vio juntos fue la semana pasada durante la boda de la hija del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán. Nadie pensó que estaban a punto de concluir su enlace.

El ex ministro es un hombre religioso, como ha expresado en innumerables ocasiones y ayer mismo se pudo comprobar, tras su participación en El pluralismo en la Iglesia católica, un curso que se celebra en El Escorial, organizado por la Universidad Complutense de Madrid. Al ser un católico practicante, se cree que ésta fue una razón por la cual luchó más tiempo por su matrimonio y también por la que le habría costado tanto tomar la decisión de separarse.

En 2006, cuando José Bono anunció su dimisión, parecía ser que su mujer estaba cansada de que su marido no estuviese en casa por su trabajo. Después de la renuncia del ex ministro el matrimonio retomó las riendas y reaparecieron en actos públicos e inclusive, Jaime Peñafiel desmintió el rumor de la crisis sentimental que parecían padecer.

La pareja tiene cuatro hijos, Amelia, Ana, José y Sofía. A pesar de que tres de ellos ya son independientes de sus padres, la menor, Sofía, es la que sufrirá más de cerca la separación de sus padres.

José Bono y Ana Rodríguez han sido en los últimos tiempos una pareja habitual de la crónica social.

Dentro de poco van a ser abuelos por segunda vez porque su hija Ana, esposa de Manuel Martos, hijo de Raphael y Natalia Figueroa, está de nuevo embarazada.

En los últimos meses el patrimonio familiar de Bono y su esposa ha sido objeto de gran controversia. Ha estado en el punto de mira, después de que La Gaceta iniciara en marzo lo que Bono calificó de "campaña difamatoria", cuando el diario dio a conocer que había comprado a uno de sus hijos un céntrico piso en Madrid, valorado en 1,8 millones de euros.

Después de esto, salieron a la luz varios inmuebles y propiedades del ex ministro y de su familia cuya procedencia fue puesta en duda.

Como respuesta a estas denuncias, José Bono remitió al fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, un escrito en el que mostraba sus ingresos y su patrimonio personal, así como el de su mujer, que es propietaria de seis tiendas concesionarias de la firma de joyería Tous.