En un programa como 'First Dates' siempre puede pasar de todo, y los seguidores del formato ya están acostumbrados a que cada vez que uno de los comensales entra por la puerta del restaurante más famoso de la televisión deben estar preparados para encontrarse con cualquier cosa.Sin embargo, a pesar de que por el espacio de Cuatro ha pasado ya de todo, aún hay quien consigue seguir sorprendiendo a la audiencia y a también a los presentes en el programa.

A pesar de todo, hay algo que no cambia de uno a otro participante y todos tienen en común, los nervios de la llegada esperando descubrir la identidad de su cita a ciegas.

En esta ocasión era el turno de una soltera llamada María José, que llegó al restaurante tan nerviosa que no se atrevía ni a mirar al presentador, que no pudo evitar un ataque de risa al descubrir el miedo de la comensal que lo saludo con un hilo de voz, a lo que él contestó muy seguro que "así, mirando para abajo, no", decía intentando animarla, pero lo que no se esperaba era que las inseguridades no era lo único que María José traía consigo esa noche.

UN PLAN B TRUNCADO

La soltera confesaba a Carlos Sobera que había ideado un plan b por si su cita no le gustaba o algo salía mal, un plan de escape que, sin lugar a dudas, había pensado mucho, pues era de lo más detallado.

María José, que ejerce como enfermera en Pontevedra, explicaba que había acudido al programa para buscar una pareja que fuera "compañero para compartir vida", pero no quería una convivencia diaria con el elegido.

Tras explicar que buscaba, la comensal volvió a insistir en que podría salir corriendo del restaurante en cualquier momento, si no le gustaba algo de lo que veía u oía por parte de su cita, a la que todavía no conocía, y señalaba una de las puertas del restaurante como parte de su plan de escape. Sin embargo, su tan pensado plan se vino completamente abajo en cuestión de segundos y es que tanto Sobera como Matías Roure frustraron los intentos de María José al descubrirle que la puerta que ella tanto miraba era falsa.

A pesar de que su plan terminó completamente frustrado, María José no se había equivocado mucho al prepararlo, ya que su cita termino siendo un completo desastre.La soltera cenó junto a Rubén, un gallego que se considera "Arguiñano, pero a lo gallego", y también un "soltero de oro", unas afirmaciones que no gustaron nada a María José como tampoco le gustó él.

Además, que el gallego buscara una relación seria para formar una familia tampoco entraba en sus planes, por lo que la decisión final estaba clara, ninguno de los dos quería una segunda cita.