Los elefantes son unos animales muy cercanos a los seres humanos porque, según explica el director ejecutivo de ‘Wildlife Trust of India’, Vivek Menon, recuerdan, aman, lloran y comunican. Hoy, 12 de agosto, se celebra el Día Mundial del Elefante, una efeméride impulsada por la Fundación para la Reintroducción de los Elefantes que tiene el objetivo de denunciar la situación que viven estos mamíferos.

La población de los elefantes africanos ha disminuido un 60% en los últimos años y tienen el peligro de extinguirse al finalizar la siguiente década. Además, en el último año, la pandemia ha perjudicado la existencia de elefantes en el continente asiático.

Los peligros que afrontan los elefantes

El principal peligro que afrontan los elefantes africanos radica en la caza furtiva de la especie para la comercialización ilegal de sus colmillos, compuestos de marfil.

En 1989 la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres prohibió el comercio de marfil. Sin embargo, esta practica suele realizarse de manera ilegal en mercados no regulados.

Además, en Asia y en África, el hábitat natural de los elefantes está siendo afectado por la construcción de infraestructuras. La expansión agrícola, la deforestación y la proliferación de plantaciones para la producción de aceite de palma ha hecho que el entorno de los mamíferos empeore.

Otro de los grandes riesgos que sufren radica en su comercialización para crear entretenimiento o carga. En Tailandia, por ejemplo, se realiza una práctica llamada ‘Pajaan’. Con ella adiestran a los animales “maltratandoles, encerrandoles en jaulas y separandoles de sus madres”, según ha explicado a Efe Diana Muñoz, presidenta de la organización sin ánimo de lucro ‘Gentle Giants’.

El maltrato de los elefantes hace que sufran no solo físicamente, sino también psicológicamente, con secuelas de las que, como explica a presidenta de 'Voice for Asian Elephants Society', Sangita Iyer, “probablemente nunca puedan recuperarse”.

La pandemia pasa factura

La crisis del coronavirus ha frenado el turismo en países como Tailandia e India provocando que los cuidadores de elefantes no tengan ingresos suficientes para mantenerlos. Esto ha hecho que la probabilidad de que los animales caigan en industrias ilegales aumente.

Desde el inicio de la pandemia, los festivales de la India en los que era usado el elefante debido a su significado ‘sagrado’, han sido cancelados, y por ende, sus dueños (Maouts) "los han terminado usando para otras actividades ilegales para seguir generando ingresos", cuenta la presidenta de 'Voice for Asian Elephants Society' a Efeverde.