McDonalds es una de las cadenas de comida rápida más importantes del mundo. Además, gran parte de sus productos están dirigidos a los niños, por lo que muchos de ellos sienten una gran atracción por sus hamburguesas.

Sin embargo, el último suceso relacionado con McDonalds quizás le valga algunas enemistades. Y es que una madre descubrió que el menú que había comprado a su hijo contenía droga. El suceso ocurrió en una localidad del estado de Maine (Estados Unidos).

Según relató a la policía, la mujer acudió a un establecimiento de su ciudad el pasado 30 de junio y compró a su hijo un Happy Meal (menú infantil). Cuando llegaron a casa y abrieron la caja, descubrieron varias bolsas de droga junto a los nuggets de pollo y las patatas fritas.

La droga en cuestión era buprenorfina, un medicamento del grupo de los opiodes, solo se expende bajo receta médica y lo suelen usar los toxicómanos para paliar su adicción a la heroína.

Dos trabajadores a juicio

Aunque el niño no llegó a ingerir nada de lo que contenía el menú, su madre avisó rápidamente a las autoridades, que comenzaron una investigación.

Al parecer, la droga salió del propio establecimiento, según confirmaron los agentes tras visionar las cámaras de seguridad. Vieron que la bolsa de droga se cayó del bolsillo de uno de los empleados del local.

La investigación determinó que el trabajador, Michael Sevey, de 43 años, había comprado de manera ilegal la sustancia estupefaciente. Además, se la había suministrado a una compañera, Mariah Grant, de 29.

Los dos se enfrentan a penas por posesión ilícita y tráfico ilícito de medicamentos recetados y tendrán que comparecer ante un tribunal el 3 de noviembre. Los dos trabajadores han sido despedidos de McDonalds y la policía ha detallado que la empresa colaboró con la investigación para descubrir de dónde procedían las drogas.