La moda circular, esa que da una segunda oportunidad a las prendas para evitar que se desechen o terminen en la basura o las incineradoras, es una de las propuestas más interesantes y sostenibles del sector de la moda a día de hoy. Cada vez son más las empresas que están empezando a trabajar en esta línea, y una de ellas es Bedford Street (https:// bedford-st.com/), detrás de la que se encuentra María Romero (Donostia, 1991). Su trayectoria profesional está ligada al e-commerce: primero trabajó en Los Ángeles y después en Barcelona, en dos empresas totalmente opuestas a un modelo de negocio circular. "Esto generó que me replanteara mi futuro profesional, así como personal, y rechazase alimentar una economía lineal y tan nociva para el medio ambiente". afirma Romero. Por ello quiso iniciar un proyecto empresarial relacionado con la sostenibilidad y el medio ambiente y así surgió Bedford Street, empresa que gestiona desde su ciudad natal, Donostia.

¿Cómo surgió la idea de crear Bedford Street?

La idea nace de la búsqueda de una combinación de prendas con estilo y de buena calidad, junto con el cuidado del medio ambiente. Por ello decidí crear una empresa que ligara estas dos ideas: moda y sostenibilidad. ¿Por qué no estrenar ropa usada?

¿El futuro está en la ropa de segunda mano?

La ropa de segunda mano es efectivamente el futuro, junto al alquiler de ropa y la ropa sostenible, producida con materiales sostenibles y reciclados. Es una combinación de las tres ideas.

¿Todavía existen prejuicios hacia la ropa de segunda mano?

Existen, pero cada vez menos. La gente se da cuenta de que la ropa de segunda mano es también ropa de calidad y en muy buena condición, como si fuera nueva. Nuestros clientes nos escriben encantados tras recibir el producto y muchos de ellos repiten.

¿Son las nuevas generaciones las que más apuestan por la moda sostenible?

Sí, porque la llevan más interiorizada, tienen menos perjuicios y porque buscan alternativas más baratas a una moda premium y de lujo. Aun así, hemos visto que otras generaciones se están animando y apuestan por un consumo más consciente y responsable.

Cada vez hay más presencia de empresas de moda circular, ¿qué les diferencia del resto?

Nosotros nos diferenciamos principalmente por nuestro estilo, casual pero con un toque elegante. Seleccionamos marcas específicas, de una categoría media-alta. A diferencia de otras empresas, no nos centramos en artículos de lujo o de muy alta gama, ni tampoco incluimos marcas de moda rápida. Asimismo, buscamos prendas vintage únicas, tesoros difíciles de encontrar.

Una de las claves del mercado de segunda mano son las prendas atemporales. ¿Es importante hacerse con un fondo de armario? ¿Qué prendas incluiría?

Apostamos por prendas atemporales y básicos de armario. No pueden faltar una americana ligeramente oversize, un trench y unos vaqueros de calidad que sean fácilmente combinables para completar un look tanto informal como formal.

Tienen un apartado de prendas vintage, piezas raras e icónicas. ¿Es complicado encontrar este tipo de piezas? ¿Hay mucho interés en ellas?

Es una de las labores que más dedicación requieren de este trabajo. La selección tiene que ser muy cuidadosa, especialmente en piezas vintage que se mantengan en buen estado. A nuestros clientes les fascinan este tipo de prendas, porque son piezas únicas y especiales que dan un toque diferente al outfit.

¿Con qué firmas suelen trabajar?

Tenemos un listado específico de marcas, como pueden ser Isabel Marant, Ganni o Anine Bing, entre otras. Son marcas con producto de calidad, en muy buena condición y a un precio más que asequible. Generan especial interés porque además de ahorrar dinero se cuida el medio ambiente. A nuestra selección añadimos piezas vintage de marcas independientes u otras de lujo como Loewe o Balenciaga. En estos casos nos fijamos principalmente en que se trate de una pieza con historia.

¿Cada vez hay mayor conciencia sobre la moda circular y el consumo responsable?

Sí, cada vez hay una mayor conciencia y la gente apuesta por la ropa de segunda mano. Es una práctica asentada en Europa y aquí poco a poco vemos que va creciendo.

¿Cuál es su objetivo como empresa?

Alargar la vida de las prendas y mantener las que ya existen en circulación. De esta manera ahorramos toneladas de agua, energía y emisiones de carbono. Por ello, usamos nuestra plataforma para la compra y venta de ropa de segunda mano y poco a poco vamos aumentando nuestro surtido. Queremos ser un referente y ofrecer la mejor experiencia de compra de piezas de segunda mano de media-alta gama.

Es un negocio online, pero ¿le gustaría abrir una tienda física?

No descarto hacerlo en el futuro. Visto que el mercado de segunda mano ya no es minoritario ni está limitado a un segmento demográfico concreto, vemos interesante tener presencia física y potenciar el comercio local y circular.