Desde Chillida Leku, Mikel Chillida reivindicó que el museo “es la casa de la obra del aitona, Eduardo Chillida”, un lugar donde el visitante se encuentra con un modo de entender el tiempo, el arte y la vida: “Hacía esculturas de acero sin moldes, a la manera tradicional, una forma de entender el tiempo sin prisas. Eso se nota en Chillida Leku. Aquí, el que llega, frena y disfruta. La naturaleza tiene un poder transformador y transcendental”.