El miedo a volar es una de las fobias más comunes en el mundo. Aunque el avión sigue siendo uno de los medios de transporte más seguros, se estima que el 10% de las personas del Estado lo teme, y esta cifra aumenta hasta el 25% cuando el viajero ya está dentro del avión.

Tras los trágicos accidentes ocurridos en los primeros meses de 2025, las búsquedas en Internet sobre "miedo a volar" y "ansiedad por volar" han aumentado en todo el mundo. Afortunadamente, existen varias técnicas que pueden ayudar a los viajeros a controlar su ansiedad y volar con mayor tranquilidad.

¿Por qué tenemos miedo a volar?

El miedo a volar puede estar influenciado por múltiples factores, como el miedo a la pérdida de control, la claustrofobia, experiencias previas negativas o la sobreexposición a noticias sobre accidentes aéreos.

El neurocientífico Brian Ramos, formado en la Facultad de Medicina de Yale, explica que aunque creemos que podemos controlar nuestra mente, tenemos mucho más control sobre nuestra química corporal de lo que pensamos.

A través de diversas técnicas, enumeradas por National Geographic, es posible activar el sistema nervioso parasimpático, que nos ayuda a relajarnos y encontrar calma en el presente.

7 maneras de calmar los nervios

Enfría el cuerpo con alimentos y bebidas frías

En momentos de ansiedad, la temperatura corporal tiende a aumentar. Sostener una lata de bebida fría en la frente o en las muñecas puede generar un efecto calmante inmediato, ayudando a disminuir la sensación de angustia.

Controla la respiración

La respiración juega un papel fundamental en la regulación de la ansiedad. Ralentizar la inhalación por la nariz y la exhalación por la boca ayuda a reducir la activación del sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de lucha o huida.

Un patrón sencillo de respiración como inhalar en cuatro segundos, sostener por cuatro segundos y exhalar en seis segundos puede marcar una gran diferencia.

Regula la mente con la técnica “5-4-3-2-1”

Esta técnica ayuda a anclar la mente en el presente y reducir pensamientos intrusivos. Consiste en identificar:

  • Cinco cosas que puedas ver.
  • Cuatro cosas que puedas tocar.
  • Tres cosas que puedas oír.
  • Dos cosas que puedas oler.
  • Una cosa que puedas saborear. Este ejercicio reduce la ansiedad al enfocar la mente en los sentidos en lugar de los pensamientos catastróficos.

Empaqueta ayudas sensoriales

Llevar objetos que estimulen los sentidos de forma positiva puede ser de gran ayuda. Caramelos ácidos, lociones con aromas relajantes, texturas agradables y música relajante pueden proporcionar un estímulo calmante y reconfortante durante el vuelo.

Disfruta del tacto y el contacto físico

El contacto físico puede proporcionar una gran sensación de calma. Si viajas con alguien de confianza, pedir un ligero masaje en el cuero cabelludo, caricias en el brazo o presiones suaves en los hombros puede ser muy beneficioso. También se recomienda usar mantas con peso, que generan un efecto similar de relajación profunda.

Crea un mantra positivo

Antes de volar, elige un mantra que te ayude a desafiar los pensamientos intrusivos, como “Estoy a salvo”, “Los aviones son seguros” o “Puedo manejar esta situación”. Repetirlo en momentos de ansiedad refuerza una mentalidad calmada y racional.

Acude a terapia si los síntomas son graves

Si el miedo a volar persiste y afecta tu vida cotidiana, es recomendable acudir a terapia. La terapia cognitivo-conductual y la exposición gradual pueden ser especialmente efectivas para superar esta fobia. Además, algunos programas ofrecen simulaciones de vuelo y técnicas específicas para la ansiedad en el avión.

Unos aviones, en la pista del aeropuerto de Barajas. Europa Press

El miedo a volar es real y afecta a muchas personas, pero no tiene por qué limitar tu vida. Aplicando estas estrategias, puedes reducir la ansiedad y volar con mayor tranquilidad. Recuerda que el avión es uno de los medios de transporte más seguros y que existen recursos y profesionales que pueden ayudarte a superar este temor.