Los Pirineos tienen innumerables lugares de ensueño desde los que contemplar la grandiosidad de sus cimas y sus valles, así como otros rincones de la naturaleza que te van a dejar sin habla.
A un paso de la frontera, en la vertiente gala de la mítica cordillera, está enclavado uno de los atractivos más espectaculares de la cadena montañosa.
Es el Pic du Midi de Bigorre, situado en el departamento francés de Altos Pirineos, en Aquitania, que se alza hasta los de 2.877 metros de altitud, y desde el que se divisa una panorámica que te deja sin habla tanto el invierno como en verano.
Es posible acceder al pico a pie, a través de senderos de montaña, o bien en teleférico, con salida en la estación de La Mongie, cerca del mítico Tourmalet un viaje de casi tres kilómetros suspendido en el aire hasta la cima se puede ascender en dos tramos. El primero entre La Mongie (1.800 metros) y el Taoulet (2.300 metros) tiene varias pilonas de sustentación.
El segundo, entre el Taoulet y el Pic du Midi (2.877 metros), no tiene ninguna piola, tan solo la de llegada.
Son quince minutos de trayecto que no te dejarán indiferente y en los que podrás admirar paisajes excepcionales.
Arriba destaca imponente su emblemático observatorio astronómico y una pasarela suspendida en el aire llamada el Puente del Cielo.
Con los cielos despejados se pueden divisar cumbres distantes hasta 300 kilómetros de este paradisíaco enclave.
Suspendida por encima del vacío, una pasarela metálica de 12 metros de longitud rematada de cristal en su extremo y con acceso libre acaricia las nubes y ofrece unas vistas únicas en un paseo vertiginoso y no apto para los que sufren de vértigo.
Al final del mismo telecabina Pic du Midi se encuentra el planetario más alto de Europa. Construido entre 1907 y 1908, el nuevo planetario de inmersión instalado en la Cúpula Baillaud brinda la oportunidad de descubrir las estrellas y mucho más. Además, el nuevo espacio experiencias del Pic du Midi cuenta con cinco áreas temáticas equipadas con pantallas interactivas, proyecciones, ilusiones ópticas, etc. para una aventura repleta de sorpresas. Estrellas, planetas, creaciones artísticas y explicaciones de un astrónomo refuerzan las investigaciones y estudios realizados en el Pic du Midi.
Para reponer fuerzas también se puede disfrutar de un coqueto restaurante de cocina tradicional que en verano es recomendable visitar su terraza orientada al sur con impresionantes vistas a los Pirineos.
Es aquí donde podrás degustar una cocina preparada con productos locales de calidad, incluso en los platos para picar. Solo podrás reservar mesa una vez que llegue al Pic, en la entrada del restaurante.
La cima está repleta de mesas panorámicas explicativas te permitirán descubrir el entorno del Pic du Midi, su historia, la fauna, la flora e incluso el sol, que podrá observar con un minicoronógrafo. Un simpático equipo de animación pendiente del más mínimo detalle le propondrá una lectura del paisaje a través de anécdotas.
Y si te apetece reposar, dispones de varias terrazas con sillas y tumbonas para disfrutar del sol, la nieve y las impresionantes vistas.
El billete para llegar hasta la cima y disfrutar de la experiencia cuesta 49 euros para los adultos y 30 para los niños mayores de tres años (los menores de esa edad no están autorizados a subir por la presión). Una experiencia única que merece la pena vivir al menos una vez en la vida.
