Oviedo ofrece una situación privilegiada en el centro de Asturias con la posibilidad de organizar durante la estancia desplazamientos a distintas localidades de gran belleza en todo el Principado y conocer las montañas, la costa o los valles de cada rincón de este Paraíso Natural.

Una de las señas de identidad de este Paraíso Natural es el arte prerrománico, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Y dos de esos monumentos están en el monte Naranco, a un paseo de distancia del centro urbano de: una muestra de que aquí la naturaleza está, literalmente, "a la puerta" de casa.

Pero antes, conviene disfrutar a fondo todos los encantos de esta ciudad, que son muchos. Empezando, por ejemplo, por la Cámara Santa, en la Catedral, con joyas y reliquias entre las que destaca el Santo Sudario y que también tiene ese título de Patrimonio Mundial. Ahí, frente a la basílica, está el sitio donde nació el Camino de Santiago de la mano del rey Alfonso II, considerado el primer peregrino al viajar al "Campus Stellae" para el descubrimiento de la tumba del Apóstol. Por eso ahí mismo empieza el Camino Primitivo.

En la basílica de San Salvador hay incluso una guía audiovisual específica para los niños, una buena opción para el turismo familiar, al igual que lo es el recorrido por las esculturas diseminadas por el casco urbano, un entretenimiento que a buen seguro acabará con visita y foto en la popular Mafalda, en ese "parque central" ovetense es el Campo San Francisco.

Monumento prerrománico de Santa María del Naranco.

Si tras los paseos, las rutas turísticas y las visitas a monumentos se necesita reponer fuerzas, el viajero encontrará bares, restaurantes y sidrerías por toda la ciudad y concentrados en algunas zonas -Gascona, calle Campoamor, El Fontán el casco viejo€-.

La gastronomía ovetense brinda platos tan conocidos como la tradicional fabada o el popular cachopo sin olvidar otros manjares, siempre mejor regados por una buena sidra y su peculiar escanciado. De picoteo, de entrante, de postre o para llevarse de recuerdo, el visitante no puede olvidar de que esta tierra es la mayor mancha quesera de Europa, con decenas de tipos y cuatro con denominación de origen: Cabrales, Gamonedo, Casín y Afuega'l pitu. Tanto es así que en noviembre Oviedo acogerá los International Cheese Awards.

En esta ciudad es importante estar al tanto de la agenda cultural en la que priman las artes escénicas, sobre todo, la música en escenarios diversos como la antigua fábrica de La Vega o el Auditorio. Y, por supuesto, el Campoamor, el gran teatro lírico de Asturias, con funciones de ópera y zarzuela pero también sede de un festival internacional de Danza y de la entrega de los Premios Princesa de Asturias.

Además, durante todo el año, pero especialmente de la primavera al otoño, se celebran decenas de fiestas populares para divertirse y en las que es casi imprescindible el folclore astur y el sonido de las gaitas.