Los diputados franceses han derogado las denominadas Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que restringen el acceso de ciertos vehículos contaminantes en grandes ciudades, en un polémico voto que unió a la ultraderecha, conservadores e izquierda radical, dejando solo al Gobierno francés.

Esta votación, celebrada anoche en la Asamblea Nacional, tendrá que confirmarse dentro del examen global del proyecto de ley sobre la simplificación de la vida económica.

Las ZBE, que se aplican en varias países europeos para atenuar los efectos de la contaminación atmosférica y sonora, se habían aprobado en Francia en 2018, aunque su despliegue se había puesto en marcha de manera gradual ante las críticas que el dispositivo generaba.

Excluyente para las clases populares

Asociaciones de automovilistas y partidos como el ultraderechista de Marine Le Pen censuran las ZBE por considerarlas excluyentes para las clases populares, las que no tienen los medios económicos para contar con un vehículo eléctrico.

La supresión ha supuesto un revés para el Ejecutivo de François Bayrou. La ministra de Ecología, Agnès Panier Runacher, intentó salvar parte de las ZBE presentando una enmienda que excluía de esa supresión a París y Lyon -las ciudades más contaminadas-, pero fue también rechazada por los parlamentarios.

"Derecho a vivir en condiciones saludables"

"El sentido de este dispositivo es el derecho a vivir en condiciones saludables. La calidad del aire está, cada año, detrás de decenas de miles de muertes precoces cada año, de enfermedades graves y patologías en los niños, especialmente entre los más modestos", lamentó la ministra.