El secretario general electo del Partido Socialista (PS) de Portugal, Pedro Nuno Santos, prometió no dejar atrás a nadie y pidió una mayoría amplia en las elecciones legislativas para garantizar la estabilidad del país, sin querer dar pistas sobre posibles pactos para poder gobernar.

"Queremos construir un Portugal donde todos tengan lugar, donde nadie sea invisible ni quede para después", dijo en un largo discurso ya en la madrugada del domingo en la sede del partido en Lisboa, tras vencer en las primarias con el 62 % de los votos.

Santos, que sucederá a Costa al frente del PS, destacó todo el trabajo realizado por el actual primer ministro en funciones durante ocho años de Gobierno y manifestó su intención de continuarlo, porque todavía queda "mucho por hacer".

Para ello, quiere una "gran mayoría" socialista en las elecciones legislativas del 10 de marzo para garantizar "estabilidad" en Portugal, y no quiso anticipar posibles pactos futuros con otras fuerzas políticas si fuesen necesarios para gobernar.

"Vamos a trabajar para tener un gran resultado y después según la configuración parlamentaria trataremos de encontrar una solución para gobernar", señaló.

Santos fue precisamente uno de los socialistas que negoció en 2015 con la izquierda para conseguir un acuerdo parlamentario inédito bautizado como 'geringonça', que permitió a Costa formar su primer Gobierno.

"Hoy no hablé de ninguna 'geringonça", insistió ante las preguntas de los periodistas, a quienes aseguró que contará con su predecesor en la campaña electoral y que aprovechará su "inteligencia", "experiencia" y "sagacidad".

Promesas para jóvenes y mayores

El nuevo líder socialista centró su discurso en la idea central de su candidatura, "Portugal entero", y dejó promesas para los jóvenes, los mayores y las mujeres, entre otros.

Prometió apostar por subir sueldos y pensiones, garantizar vivienda accesible a los jóvenes para que puedan emanciparse, formar una familia y luchar por la igualdad salarial de las mujeres.

También se dirigió a las empresas, a las que el Estado no debe "sustituir", sino ser su "socio", y se mostró partidario de una sanidad pública, universal y con tendencia a ser gratuita: "Queremos salvar el Sistema Nacional de Salud (SNS)", dijo.

La apuesta por el Estado social tendrá que conciliarse con las "cuentas públicas correctas" y la disminución de los niveles de deuda, aunque matizó que no quiere "recortar salarios, pensiones ni gasto en nombre de la caída de la deuda pública".

Santos defendió igualmente que Portugal quiere ser central en la Unión Europea (UE), sin dejar de ser "críticos", porque el bloque debe "servir a los ciudadanos".

Este político, de 46 años, será el candidato socialista a primer ministro en los comicios legislativos del próximo 10 de marzo, después de que Costa dimitiese como jefe del Gobierno tras saberse investigado en un caso de supuestas irregularidades en negocios del litio y del hidrógeno.

El secretario general electo es desde hace años el rostro visible del ala más a la izquierda del partido y era considerado desde hace tiempo como uno de los "posibles delfines" de Costa.

Santos será recibido por el todavía primer ministro en funciones este domingo en la sede del partido y arrancará su campaña de forma oficial en el Congreso que el PS celebrará los días 5, 6 y 7 de enero.