Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) resistieron ayer el pulso de sus colegas húngaro, Viktor Orbán, y polaco, Mateusz Morawiecki, para tratar de imponer la unanimidad en las decisiones comunes en materia de política migratoria y revertir así el reciente acuerdo alcanzado a nivel de ministros para crear un mecanismo obligatorio para el reparto de la carga del asilo entre los Veintisiete.

La cumbre de líderes en Bruselas concluyó con un texto de conclusiones que deja fuera las ideas que recogía el borrador en materia migratoria por el bloqueo de Budapest y Varsovia, lo que obligó al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a publicar esas ideas en una declaración propia paralela respaldada por todos los demás mandatarios.

“Hemos dado un nuevo paso importante que valida el acuerdo alcanzado por mayoría cualificada”, destacó Michel al término del Consejo europeo, en una rueda de prensa en la que confirmó que Hungría y Polonia “desaprueban” tanto la “sustancia” del pacto migratorio que negocia la UE como con el “proceso de decisión”.

Acuerdos por mayoría

En la misma línea, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, destacó que una “mayoría aplastante” –representada por 25 de los 27 líderes– dio su apoyo a la declaración de Michel, lo que en la práctica supone un aval mayor que el alcanzado a nivel de ministros hace semanas en donde además de la oposición de Hungría y Polonia otros países mostraron reservas que este viernes no han mantenido.

“Es una base muy sólida para la continuación de los trabajos”, insistió Kristersson, quien al igual que otros mandatarios que se expresaron entre el jueves y el viernes sobre el asunto, subrayaron que las decisiones de migración y asilo en el seno de la UE se toma por mayoría cualifica y no por unanimidad, porque así lo recogen los Tratados.

Preguntado por las tensiones, Michel quiso poner en valor que los líderes hayan “demostrado sangre fría y calma” porque les permitirá “seguir avanzando” en las negociaciones para cumplir el objetivo de cerrar el Pacto Migratorio antes de que concluya esta legislatura en junio del próximo año.

Intento fallido de Meloni

Tras un primer intento frustrado por parte de los Veintisiete de acordar un texto de conclusiones durante el jueves, la mandataria italiana, Giorgia Meloni, trató ayer de convencer también sin éxito a Orbán y Morawiecki en una reunión trilateral privada para que levantaran sus reservas.

Meloni aseguró después en una comparecencia ante la prensa que no está “decepcionada” porque entiende que Hungría y Polonia simplemente defienden intereses nacionales, si bien advirtió de que “nunca habrá unanimidad” en materia migratoria en la UE y defendió la necesidad de superar las diferencias apostando por reforzar la dimensión exterior de la gestión migratoria y de asilo.

“Pero no es un desastre que no hayan sido adoptadas las conclusiones, todo aquello sobre lo que ha habido avances seguirá adelante”, razonó el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, quien también evocó el compromiso de reforzar el apoyo a Túnez para frenar las rutas ilegales como un modelo a seguir.

Von der leyen confía en lograr un acuerdo

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo ayer que confía en que España consiga “cerrar con éxito” la negociación del Pacto europeo de Migración y Asilo durante su presidencia del Consejo de la Unión Europea, que comienza mañana. “Contamos con la presidencia española para un cierre exitoso” de ese pacto, dijo Von der Leyen en una rueda de prensa, al término de una cumbre europea en la que no se lograron aprobar unas conclusiones del Consejo sobre migración por la negativa de Hungría y Polonia a apoyar ese texto. La máxima responsable del Ejecutivo comunitario subrayó que la migración es “un reto común que requiere una respuesta europea” .