El Gobierno italiano desmintió ayer la existencia de tensiones entre los socios del Ejecutivo que preside la ultraderechista Giorgia Meloni tras el naufragio en el que hace ocho días, frente a las costas de Crotono (Calabria, sur), murieron al menos 70 migrantes y que ha puesto en entredicho al ministro del Interior, Matteo Piantedosi.

“Las noticias aparecidas en algunos medios de prensa sobre una convocatoria a Palazzo Chigi (sede de la presidencia del Ejecutivo) del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, y sobre supuestas divergencias en la línea interna del Gobierno sobre la inmigración, son literalmente inventadas y por lo tanto carecen de todo fundamento”, se señaló en un escueto comunicado.

Meloni tuvo que salir así al paso de las informaciones que en las últimas horas indicaban que iba a llamar a Piantedosi, hombre de confianza del vicepresidente del Gobierno y líder de la Liga, Mateo Salvini, para destituirle, tal y como pide la oposición, encabezada por la nueva líder del Partido Demócrata (PD), Elly Schlein.

A la polémica que suscitó el ministro tras asegurar que “la desesperación no puede jamás justificar condiciones de viaje que ponen en peligro la vida de los propios hijos”, se han sumado en los últimos días los interrogantes sobre la actuación de las fuerzas seguridad y si hicieron todo los posible por salvar a los migrantes que se hundieron a sólo 150 metros de la costa.

Ley de migración

Diarios tan importantes como Repubblica o La Stampa, apuntaron que la delicada situación de Piantedosi ha llevado a Salvini a pedir una muestra de firmeza e instar a un endurecimiento de la actual legislación sobre migración, ya de por sí restrictiva, y Meloni, muy criticada por no haber viajado a la zona del naufragio, no está de acuerdo. El Gobierno, sin embargo, dijo que esas supuestas diferencias “son literalmente inventadas y por lo tanto carecen de todo fundamento”.

Piantedosi acudirá hoy a la Cámara de Diputados para explicar, a petición de la oposición, todos los detalles relativos al operativo de rescate en las horas previas al naufragio, que está siendo investigado por la Fiscalía de Crotone y a la que ayer se sumó la de Roma tras el requerimiento de varios parlamentarios para que se evalúen las responsabilidades ministeriales.

El naufragio, en el que se teme que haya más de un centenar de muertos mientras se sigue buscando a los desaparecidos, se produjo en la madrugada del pasado domingo cuando la barcaza de madera en la que habían zarpado desde Turquía unos 180 migrantes, según los supervivientes, se hundió a 150 metros de las costas calabresas, en un mar muy embravecido.

La Fiscalía de Crotone ha pedido a los Carabineros que recuperen los documentos relacionados con la actividad de la Guardia Costera y la Guardia de Finanzas después de que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, les notificase la presencia del navío.