Ciclismo e historia. Son las dos grandes pasiones de Miguel Usabiaga, donostiarra arquitecto de profesión pero escritor de vocación, que une ambas en el libro A rueda, donde recopila los artículos escritos en NOTICIAS DE GIPUZKOA desde mediados de 2020 hasta la actualidad. Un total de 85 piezas breves cuya lectura, además de descubrirnos unos cuantos pasajes desconocidos para muchos, suponen un calentamiento ideal de cara al inminente inicio del Tour en Euskadi.

A rueda es la continuación de Maillot rojo, donde recopilé los artículos desde 2018 hasta la mitad de 2020, aunque recupero uno, Yorkshire Grit, que escribí en octubre de 2019”, cuenta Usabiaga, que explica que en su casa “vivió la pasión por el ciclismo y la historia”. Algunos le conocerán, de hecho, por sus libros sobre una época histórica que le atrae especialmente, la República. La conoce de primera mano, porque su padre, Marcelo Usabiaga, fue un histórico militante comunista que luchó contra el régimen franquista. En publicaciones como Donostia Rebelde, entre otras, se explaya sobre esta cuestión.

Pero volvamos al ciclismo. “Doy a los artículos ese matiz histórico”, cuenta: “Es verdad que ahora hay una tendencia a escribir sobre sucesos históricos del deporte, pero los míos se diferencian por el compromiso, por la posición que tomo. Me sitúo en el lado de la historia de los trabajadores, los luchadores y los olvidados. Ese compromiso con la sociedad lo he mamado”.

Los años 30

Dentro de su amplio conocimiento del ciclismo y su historia, Usabiaga se quedaría “con los años 30” del pasado siglo: “Me gusta esa época. Son años de un mundo convulso, con ideas políticas muy enfrentadas. Entonces se corría por selecciones, y había algunos corredores que iban por libre, los que se llamaban touristes-routieres. Hay muchas historias interesantes. Por ejemplo, había un ciclista italiano, Giuseppe Martano, que se había mostrado contrario al fascismo y lo excluyeron del equipo italiano. A mitad de Tour iba mejor que Learco Guerra, que era el líder de la selección italiana, y la prensa de la época escribió que Mussolini había dicho que hicieran lo que sea para que Martano no quedara por delante. Basándome un poco en esa historia, escribí El caso Martana, mitad basada en hechos reales y mitad ficcionada”.

En cuanto a los ciclistas vascos de aquellos años, recuerda “un hecho trágico”: el fallecimiento del vizcaino Francisco Cepeda, que “se mató despeñándose por un barranco en Grenoble en 1935”.

Hay otros momentos del Tour que también le interesan como pueden ser “los años de gloria de Indurain y el ciclismo vasco” o “las épocas de Peio Ruiz Cabestany o Marino Lejarreta”. Tampoco se olvida de los oiartzuarras Txomin Perurena y Miguel Mari Lasa: “Txomin no ganó ninguna etapa del Tour, aunque sí la montaña. Antes no se salía tanto a competir al extranjero. Si no, habría ganado alguna etapa y también algunas clásicas”.

Sus primeros recuerdos del Tour se solapan con sus inicios como ciclista, deporte que practicó hasta categoría juvenil: “Al principio nuestra preocupación era cómo verlo, porque solo lo echaban en la tele francesa y en algunas casas se veía según cómo tenían puestas las antenas. Cosas de antes. En Televisión Española no empezaron a echar el Tour hasta que en 1983 Ángel Arroyo y Perico Delgado hicieron primero y segundo en una cronoescalada”.

Antes de eso, rememora el Tour de 1975, en el que Eddy Merckx se quedó sin su sexto Tour. “Estábamos en el Velódromo de Anoeta. No sé qué prueba era, pero estaba lleno, y el narrador iba contando también lo que pasaba en el Tour. Era una etapa de montaña y Thevenet dejó atrás a Merckx para ganar luego el Tour. Fíjate la importancia que tenía entonces. Siempre se ha considerado el Tour como la carrera más importante”.

“Un espectáculo”

Usabiaga tiene ganas de ver el Tour en directo. “Me acuerdo del de 1992, que fue un espectáculo de mucha magnitud, y el de este año también promete. El ciclismo está en otra época dorada con Pogacar, Vingegaard, Van Aert, Van der Poel...”. Comenta el donostiarra que lo bueno de la carrera francesa es que “hay pelea todos los días porque ganar una etapa tiene mucho prestigio y todos los corredores van a tope”. Y le parecen “interesantes” las etapas en suelo vasco, “con terreno complicado, en el que alguien lo puede pagar si no está en forma”. Quién sabe si será una edición que posteriormente dé lugar a un libro...