Vingegaard y Van Aert se han repartido la gloria en la crono que cerraba el Tour a expensas de la fiesta de los Campos Elíseos de París. Han demostrado que junto a Pogacar, que no tenía posibilidades reales de remontar, son los más fuertes de la carrera. La última crono es siempre para gente que llega con fuerza, con buenas piernas, y ellos han demostrado que las tenían. Es cierto que el líder tal vez ha arriesgado más de lo recomendable, sobre todo en el descenso antes de encarar el repecho que daba a la meta. Ha tenido un pequeño susto, pero hay que subrayar que lo que vemos por la tele no es la sensación que uno tiene cuando va en bici. Ese riesgo que vemos suele ser la mitad. En cualquier caso no tenía necesidad de arriesgar. Una vez que ha asegurado que Van Aert se llevaba la etapa ha levantado el pie. La victoria de Vingegaard en el Tour ha sido, sobre todo, una labor de equipo. Han sido los más fuertes de la carrera con diferencia. Más allá de los triunfos conseguidos, de llevarse la general, la montaña y el maillot por puntos, han dominado el Tour. Han completado una auténtica exhibición. Mucho se hablaba de las tácticas fallidas del Jumbo, pero las dos veces en las que se han movido para ganar la carrera han acertado de pleno. Las victorias del danés en el Col du Granon y Hautacam así lo certifican. La victoria de Vingegaard creo que nos asegura un duelo magnífico con Pogacar en el futuro. Son dos grandísimos corredores y tengo la sensación de que el próximo lustro veremos unos Tours muy buenos. l Exciclista de Once, Euskaltel-Euskadi y Liberty y director deportivo del Grupo Eulen/Nuuk guipuzcoano