En Twitter se han hecho muchas bromas respecto al Jumbo y sus errores o supuestos fallos, sobre todo en el Tour. A esas acciones les llamaban hacer una Jumbada. Después de este Tour, creo que el significado que se le da al concepto cambia, o al menos es lo que pienso. Hacen Jumbadas, sí, pero tienen otro sentido muy distinto. Reivindico las Jumbadas. Para mí suelen correr con mucho sentido. Otra cosa es que luego las cosas te salgan mejor o peor. Siempre he pensado que prefiero a los equipos valientes; esos que pueden perder intentando ganar a aquellos que no hacen nada por miedo a perder. No comenten errores, claro, pero eso no me gusta. Si no lo intentas es imposible. Reivindico las Jumbadas. En Cahors, los chicos de las Jumbadas han sumado otra victoria, en este caso con Laporte. Era un etapa muy pestosa, muy difícil de controlar para el pelotón. No quedan fuerzas. Además, la llegada era complicada. Esto hace que los esprints sean mucho más abiertos. En un escenario así, se ha impuesto Laporte, que es un corredorazo. En el Cofidis ya demostró que era muy bueno en esta clase de llegadas con el terreno picando hacia arriba. Es muy potente y tiene velocidad. En el Jumbo ha dado un salto de calidad y ha sumado otra victoria para el equipo dominador del Tour de Francia. No sería descartable que Van Aert ganase la crono que cierra la carrera. Vingegaard no debería tener problemas en retener el amarillo si da el nivel que ha demostrado en lo que va de Tour. Dispone de una gran renta y salvo un hundimiento absoluto del danés no creo que Pogacar pueda remontar esa diferencia.

Exciclista de Once, Euskaltel-Euskadi y Liberty y director deportivo del Grupo Eulen/Nuuk