El mal olor en la cocina es algo habitual que esporádicamente afecta a miles de hogares.

Aunque mantengamos una buena higiene de la casa, pueden aparecer olores desagradables por las cañerías, por algún alimento en mal estado o incluso por la lavadora.

No mantener una correcta limpieza de los filtros de la lavadora puede provocar olores fecales y muy desagradables, ya que el agua puede se queda retenida y acumula suciedad.

Para ello, la creadora de contenido y experta en limpieza Lucía Lipperheide (@homes.styles) ha compartido un vídeo donde explica cómo limpiar el filtro de la lavadora.

Es importante saber que en esta zona de la lavadora se acumulan moho, cal, restos de jabón, pelusas y bacterias, y tal y como subraya la experta, "si no la limpias, la ropa no sale limpia, huele mal y la lavadora se estropea antes. Además, una lavadora sucia consume más".

Rendimiento y durabilidad

La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados en el hogar y, a menudo, uno de los menos cuidados.

Su mantenimiento adecuado no solo garantiza un mejor rendimiento y una mayor durabilidad, sino que también contribuye a obtener una ropa más limpia y fresca.

Entre las tareas más importantes de mantenimiento se encuentra la limpieza regular del filtro, un elemento clave que muchas veces pasa desapercibido.

El filtro de la lavadora tiene la función de retener pelusas, pequeños objetos, cabellos y residuos que se desprenden durante los lavados.

La limpieza de la lavadora es clave para evitar bacterias, moho y malos olores Pixabay

Afecta a su funcionamiento

Con el tiempo, estos restos se acumulan, obstruyendo el paso del agua y afectando al funcionamiento del aparato.

Un filtro sucio puede provocar malos olores, drenaje deficiente, ciclos de lavado más largos e incluso averías si la bomba de agua se bloquea. Por ello, es recomendable limpiarlo al menos una vez al mes o con la frecuencia indicada por el fabricante.

El proceso de limpieza es sencillo: basta con desconectar la lavadora, localizar el filtro, retirarlo y eliminar los residuos. También conviene enjuagarlo bajo el grifo y secarlo antes de colocarlo de nuevo. Este pequeño gesto puede marcar una gran diferencia en el rendimiento del electrodoméstico.

Además del filtro, mantener la lavadora en buen estado implica revisar periódicamente las gomas, el cajetín del detergente y realizar lavados de mantenimiento con productos específicos o vinagre para eliminar restos de cal y moho.

Cuidar la lavadora no solo alarga su vida útil, sino que también evita gastos innecesarios y contribuye al ahorro energético. En definitiva, dedicar unos minutos al mantenimiento periódico es una inversión sencilla y eficaz para asegurar su correcto funcionamiento durante años.