Uno de los despistes que nos acompaña en nuestro día a día es la pérdida de llaves.
Ya sea las de casa, las del coche u otros llaveros que tengamos que usar, en muchas ocasiones no recordamos dónde las hemos dejado, y encontrarlas nos lleva más tiempo de la cuenta.
Lo más habitual es que acaben apareciendo donde menos lo esperamos, pero en ocasiones la pérdida puede ser más preocupante, hasta el punto de no encontrarlas y tener que cambiar la cerradura de casa.
Qué hacer en caso de pérdida
Si en algún momento pierdes tus llaves, lo más importante es mantener la calma. Dejarse llevar por la angustia solo dificulta pensar con claridad, así que conviene detenerse un instante y respirar antes de actuar.
El siguiente paso es intentar recordar dónde han podido extraviarse. Repasa mentalmente tus movimientos recientes y trata de volver sobre tus pasos. Muchas veces, al revisar con detenimiento los lugares en los que has estado, aparece la solución en los sitios más inesperados.
En caso de que no logres encontrarlas, lo ideal es contactar a alguna persona de confianza que disponga de una copia. Tener duplicados entregados a familiares o amigos puede ahorrarte muchos problemas en situaciones como esta.
Si finalmente confirmas que las llaves no aparecen, lo más prudente es llamar a un cerrajero profesional para cambiar la cerradura o al menos el cilindro.
No se puede saber quién podría llegar a tener acceso a esas llaves, y lo mejor es prevenir riesgos. Además, este imprevisto puede convertirse en una buena ocasión para instalar una cerradura más moderna y segura, que te aporte mayor tranquilidad.
La solución de Lidl a la pérdida de llaves
Para evitar este problema, Lidl ha lanzado el Localizador smart tag, ideal para localizar y encontrar objetos de valor de forma sencilla y rápida.
Por un precio de 14,99 euros, ofrece una fácil fijación a llaves, carteras, monederos y cualquier objeto de uso diario. Trae consigo tres unidades.

Trucos adicionales para evitar la pérdida
Perder las llaves es un clásico fastidio; pero se puede prevenir creando una rutina: deja un cuenco o gancho cerca de la puerta y deposita las llaves siempre ahí al entrar. Usa llaveros grandes o coloridos que llamen la atención y reduzcan la probabilidad de olvidarlas.
Además, duplica copia y guarda una en sitio seguro (bolsa del trabajo, coche) y etiqueta con un recordatorio. Otro truco infalible es acostumbrarse a comprobar llaves, cartera y móvil cada día antes de cerrar la puerta.