El bicarbonato de sodio, ese polvo blanco que solemos tener en la cocina, es uno de los productos más versátiles y económicos para mantener nuestro hogar limpio, fresco y desinfectado.
Su capacidad abrasiva, desodorizante y antibacteriana lo convierte en un aliado imprescindible en la limpieza doméstica, y la creadora de contenido Lucía Lipperheidem, que comparte tips sobre limpieza del hogar, ha compartido una serie de consejos para usarlo en casa.
Una de las formas más efectivas de devolver el brillo a los cubiertos es frotarlos con una pasta de bicarbonato y agua. Este truco es especialmente útil para eliminar manchas y restos de óxido. Basta con hacer una mezcla espesa, aplicarla con una esponja o paño suave, frotar unos segundos y aclarar. El resultado será tener unos cubiertos relucientes como nuevos, sin recurrir a productos químicos agresivos.
Las esponjas de baño, por su constante humedad, son un foco ideal para bacterias. Para desinfectarlas de forma sencilla, se deben sumergir en un recipiente con bicarbonato y agua hirviendo durante unos minutos. Este procedimiento elimina gérmenes y olores, prolongando su vida útil.
Elimina malos olores
Asimismo, en relación a los malos olores, Lipperheidem explica que si notas un mal olor en los armarios, un remedio casero y eficaz consiste en colocar un bol con un poco de bicarbonato y unas gotas de suavizante. Esta combinación no solo absorbe la humedad y los olores, sino que además deja una agradable fragancia en el interior.
Lo mismo se puede hacer con los cubos de basura y la nevera, dos zonas donde los malos olores pueden ser persistentes. Espolvorear bicarbonato en el fondo del cubo o colocar un recipiente pequeño con bicarbonato en la nevera neutraliza los olores, absorbiendo directamente las partículas que los causan.
Para la higiene bucal, también tiene su aplicación. Sumergir los cepillos de dientes durante 15 minutos en agua hirviendo con bicarbonato es una excelente forma de eliminar bacterias y restos de pasta acumulada. Es un método sencillo que evita la proliferación de gérmenes en un utensilio que usamos a diario.
Por último, las tablas de cortar de madera, tan propensas a absorber olores y manchas, pueden quedar como nuevas con una mezcla de bicarbonato, unas gotas de detergente y zumo de limón. Aplica esta combinación sobre la superficie, frota con una esponja y enjuaga. El bicarbonato actúa como abrasivo suave, el limón desinfecta y el detergente arrastra la suciedad.
Natural, económico y eficaz
En conclusión, el bicarbonato es un producto natural, económico y eficaz que puede sustituir a muchos limpiadores comerciales. Su uso habitual en la limpieza del hogar no solo garantiza resultados sorprendentes, sino que además evita la exposición a químicos tóxicos.