Estamos a mediados de diciembre y lo más probable es que ya hayas puesto el pino de Navidad. El árbol, junto con el Belén, las coronas o las luces, es uno de los elementos decorativos más típicos de estas fechas y su colocación también se convierte en un momento especial.

Si tienes dudas acerca de las fechas, la tradición religiosa marca que debes colocarlo el día que comienza el Adviento, el cuarto domingo anterior al día de Navidad (25 de diciembre), este año 2023 ha sido el 26 de noviembre, y retirarlo el domingo siguiente al día de Reyes (6 de enero), que en 2024 será el 7 de enero.

Esto será posible siempre que tu pino sea artificial, ya que si optas por uno natural y quieres que dure hasta Reyes, no deberás colocarlo hasta mediados de diciembre. En este caso debes ponerlo en un lugar sin corrientes, bien ventilado, lejos de la calefacción y con luz natural. El Feng Shui dice además que, si lo colocas en la zona este de tu casa, actuará como un imán para la buena energía, la abundancia y la prosperidad.

Desaciertos al poner el pino

Aunque parece sencillo, poner el pino y hacerlo bien tiene su cosa, ya que las posibilidades a la hora de decorarlo son enormes y no todas acertadas. Algunos de los errores que podemos cometer son:

1- No desplegar bien las ramas. Los pinos artificiales se reutilizan durante muchos años y al sacarlos de la caja en la que se guardan el resto del año debes desplegar sus ramas con paciencia para que ocupen el mayor espacio posible y den la imagen de un frondoso árbol.

2- No colocarlo en el lugar adecuado. El árbol debe ocupar un lugar privilegiado para que luzca en todo su esplendor y aporte a la casa su particular toque navideño.

3- Poner las luces al final. Las luces es lo primero que debes colocar en el árbol para que nada te dificulte esa labor y para que el antiestético cable quede bien camuflado. Hazlo de adentro hacia afuera, de abajo hacia arriba y en forma de espiral. Antes de ponerlas, comprueba que funcionan y una vez colocadas, aléjate para ver el conjunto y comprobar que están bien distribuidas.

4- Decoración escasa. Un árbol poco decorado, por ejemplo que tenga adornos solo en la parte que queda a la vista, da sensación de pobreza.

5- Demasiado recargado. Un árbol demasiado adornado resulta agobiante y poco atractivo. Para un pino de 1,80 metros de alto se recomienda colocar 40 adornos, una estrella de 18 centímetros y alrededor de 6 metros de luces.

6- Dejar la base a la vista. Si el árbol es artificial, dejar a la vista su pie de plástico o de metal hace que el conjunto pierda realismo y encanto. Puedes camuflarlo con una bonita manta, una tela de saco, una maceta, un cesto de mimbre o incluso cajas de regalo.

Pino de Navidad con la base cubierta por una pieza de rafia.

Pino de Navidad con la base cubierta por una pieza de rafia. Leroy Merlin

7- No guardar un equilibrio. Colocar adornos grandes en un pino pequeño o adornos pequeños en un pino grande es una decisión equivocada. Estos deben guardar la proporción adecuada entre sí.

8- El espumillón, desfasado. Este adorno se ha quedado obsoleto frente a otras tendencias más novedosas como las guirnaldas metalizadas, de fieltro, de lazos, de bolitas, etc.

9- El tamaño y el color de las bolas. Coloca primero las bolas y los adornos más grandes, después los medianos y por último los más pequeños. En cuanto al color, no mezcles bolas de muchos colores ya que el resultado será caótico. Si quieres un árbol con un aspecto clásico, opta por el rojo y el blanco; si lo prefieres más sofisticado, por el dorado, y si quieres un estilo más actual, por el azul y el plata.

10- El color de las luces. Aunque algunos juegos de luces permiten diferentes ritmos y colores, las más favorecedoras son las estáticas. En cuanto a los colores, el blanco y el amarillo son los que ofrecen una imagen más fina y cuidada.

11- No seguir un criterio. Todos los adornos deben seguir un mismo estilo en cuanto a materiales, textura o color. Debemos usar como mucho uno o dos colores principales y un tercero para cosas puntuales.

12- Falta de planificación. Al comprar adornos nuevos, no tener en mente los que ya tenemos, su color o su estilo, puede convertir nuestro pino en un batiburrillo de cosas carente de armonía.

Evitar estos errores harás que tu árbol de Navidad luzca impecable y acapare las miradas de todos tus invitados. Además, contribuirá a proporcionar a tu hogar la calidez y la magia propias de estas fiestas.