Una joven ha asegurado este lunes haber sido agredida sexualmente de forma reiterada por su novio durante los casi tres meses de relación que mantuvieron en 2020 (cuando ella tenía 16 años), en los que el varón además se mostró celoso, controlador, la menospreció y le llegó a pegar una bofetada.

La Fiscalía de Gipuzkoa pide para este hombre penas que suman catorce años y nueve meses de prisión, así como 30 días de localización permanente. Le acusa de aprovecharse de que la chica era menor para desarrollar "actitudes de control" hacia ella, como prohibirle quedar con sus amigos y llamarle constantemente, hasta el punto de que dejó de hacer las actividades que más le gustaban.

Además, según el Ministerio Público, él le pedía "de forma insistente que le enviase fotos" de carácter íntimo y, aunque ella se negaba también la agredió sexualmente a pesar de la oposición de la adolescente.

Sin preservativo

 Durante la primera jornada del juicio por estos hechos, celebrada este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, la víctima, que ya es mayor de edad, ha confirmado todos estos extremos y ha insistido en que desde la primera vez no consintió porque el sexo le daba "mucho respeto", pero su novio insistía y ella se sintió intimidada y coaccionada.

"Simplemente no respetaba nunca lo que yo quería", ha recordado la chica, quien ha aclarado que "la gran mayoría" de estas situaciones, que se repitieron entre tres y cuatro veces a la semana durante la relación, fueron "en un 97 %" sin su consentimiento, incluso en una oportunidad en plena calle.

Ha relatado también que el varón "no respetaba" su petición de que usará preservativo, aunque ella se lo reclamara y ha desvelado que, por esta razón, se vio obligada a tomar en dos ocasiones la denominada 'píldora del día después'.

La víctima ha detallado además que, a sus 16 años, ésta fue su primera relación sentimental y que, aunque "al principio todo era bonito", luego cambió porque el varón se mostraba celoso y quería saber siempre con quién estaba, no le dejaba quedar con otros chicos si no estaba él presente y le "echaba la bronca" si no le hacía caso.

Ha indicado que en esta situación su forma de ser cambió y dejó de ser la joven alegre y a la que le gustaba relacionarse con la gente que había sido hasta entonces, así como las aficiones que había tenido hasta aquel momento.

Amenaza de suicidarse

"Mi vida se convirtió en el colegio, él y mi casa". "Me acompañaba al colegio y me venía a buscar", ha resumido la perjudicada, quien también ha comentado que las veces que le planteó que iba a dejar la relación su novio le dijo que si lo abandonaba el se suicidaría tirándose de un puente.

En este contexto, hubo un momento en el que habló de lo sucedido a su madre, quien le aseguró que "no era normal lo que estaba pasando y la ayudó, si bien no denunció los hechos hasta que, en el contexto de un caso diferente al suyo, tuvo que prestar declaración ante la Ertzaintza y salió a relucir también todo lo que estaba pasando con ella.

Tenía miedo

 En otro momento, del juicio ha declarado la madre de la chica, quien ha revelado que tuvo conocimiento de lo sucedido después de que en varias ocasiones su hija acudiera a su habitación "asustada" a altas horas de la madrugada y, tras haber estado con el acusado, le comentara que quería dejarlo porque "tenía miedo".

Por su parte, una amiga de la víctima ha indicado que ella le contó cómo en una ocasión el acusado la agredió en casa de un amigo en común y que ella no quería tener sexo con él. Además, ha dicho que el procesado no hablaba bien a la perjudicada y "no la trataba como si fueran pareja".

En esta línea, un examigo de la perjudicada ha relatado que tuvo que cortar su amistad con ella por los celos que sentía el acusado cuando la chica quedaba con él. Está previsto que el juicio continúe este martes, jornada en la que declarará el inculpado.