Un hombre que arrojó una bandeja de metal a su hija de 10 años y a la que, tras esquivar el lanzamiento, agarró del pelo y golpeó "en reiteradas ocasiones" en el brazo y en la cara, ha sido condenado a realizar 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Durante el juicio por estos hechos, celebrado en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Bergara, el acusado reconoció los hechos y alcanzó un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que accedió a rebajar en 20 días su petición inicial de condena que era de 60 hornadas de trabajos comunitarios.
La sentencia del caso, a la que ha tenido acceso EFE, prohíbe además al progenitor aproximarse a su hija durante ocho meses, aunque no le impide comunicarse con ella.
Sobreseído el caso contra la madre
Se da la circunstancia de que en un primer momento la madre de la pequeña también se encontraba investigada por este suceso, si bien finalmente el juzgado sobreseyó la causa en su contra a petición del Ministerio Público.
Según la resolución judicial, el incidente se produjo sobre las 21.30 horas del pasado 14 de mayo, en el domicilio de Arrasate en el que reside la familia, cuando el encausado, defendido por la letrada Diana Méndez, reprendió a su hija y, "con ánimo de menoscabar su integridad física, le arrojó una bandeja de metal" que la niña consiguió evitar.
No obstante, su padre la agarró después del pelo y "la golpeó en reiteradas ocasiones en el brazo y en la cara", lo que dejó en la mejilla izquierda de la niña una marca de sus dedos junto a un hematoma y otras "pequeñas lesiones erosivas", además de distintas marcas en los brazos.
Fuentes del caso han explicado que, al día siguiente, la pequeña acudió a su centro escolar, donde relató a una profesora que había sido agredida por su padre, tras lo que se activó el protocolo correspondiente para este tipo de casos y se formuló una denuncia ante la Ertzaintza.