Una joven que medió en la agresión que sufrió Santi Coca a la salida de la discoteca Gu de San Sebastián la madrugada del 26 de abril de 2019 ha recordado este lunes que el acusado estaba "superagresivo" durante el incidente. "Yo le paraba" pero el quería "seguir y seguir con la movida", ha relatado.
Esta testigo ha declarado en la sexta sesión del juicio con jurado que se sigue desde la semana pasada en la Audiencia de Gipuzkoa por la muerte de Santi Coca, un menor de 17 años que falleció en el Hospital Donostia el 28 de abril de 2019 tras ser víctima de una paliza dos días antes en el exterior de una discoteca donostiarra. Esta chica ha recordado cómo, al salir de la sala de fiestas aquella madrugada, presenció una "pelea" de "mucha gente" en la que había "puñetazos y empujones" y en la que reconoció a varios amigos, entre ellos a Santi Coca, que "se estaban defendiendo".
Ha explicado que se trataba de "un gran barullo", una "movida" en la que ella intentó "separar" a los participantes y en la que en un momento dado trató de "parar" al acusado que se encontraba "superagresivo" porque "quería volver a seguir pegando", si bien ha aclarado que en ningún momento ella presenció golpe alguno del imputado hacia Santi Coca.
Faltaba gente
Ha precisado además que a la víctima la vio ya cuando estaba en el suelo, sin llegar a ver el momento en el que cayó al firme y ha comentado que posteriormente, cuando vio al grupo de personas que la Ertzaintza había retenido en los bajos del Ayuntamiento por su posible implicación en el incidente, ella pensó que faltaba gente.
En esta misma sesión ha declarado una médico de Urgencias del Hospital Donostia adonde fue trasladado Coca tras la agresión, quien ha detallado que el menor fue ingresado en el servicio de reanimación, "comatoso" e "intubado", tras lo que se le realizaron unas pruebas que detectaron la existencia de una "importante" y "extensa" hemorragia subaracnoidea, entre el cráneo y el cerebro. Tras recordar que el joven estaba "hipotérmico" y que también presentaba "restos hemáticos ya secos" en una fosa nasal, esta profesional ha aclarado, a preguntas de la fiscal, que no es necesario que cuando se produce una hemorragia subaracnoidea deban existir también "signos traumáticos externos" de cómo se ha podido producir.
Posteriormente, la médico ha admitido, a preguntas de la defensa, que aunque en su caso todas las hemorragias de este tipo que ha visto en adolescentes a lo largo de su trayectoria profesional han sido de origen traumático, también es posible que esta patología suceda por otro tipo de causas.
Comparecencia de los forenses
Está previsto que el juicio prosiga este martes con la comparecencia de los forenses que intervinieron en el caso, una prueba de especial importancia por las discrepancias que tienen los distintos profesionales intervinientes en el caso sobre el origen de la hemorragia cerebral que causó la muerte de Coca. A este respecto, los forenses que realizaron el primer informe de autopsia mantienen que el origen del sangrado pudo ser tanto traumático como debido a otra causa indeterminada, sin llegar a decantarse por ninguna de ellas, mientras que los profesionales que elaboraron un segundo informe a petición de la Fiscalía, sostienen que la causa de la hemorragia sí fue traumática.
A diferencia de la primera vista por estos hechos (en la que se juzgó a cinco personas entre las que no se encontraba el ahora acusado porque estaba huido), todos los forenses declararán ahora juntos en un mismo acto, cuando en la primera ocasión lo hicieron en dos jornadas diferentes. El primer juicio por estos hechos se celebró contra cinco acusados, en ausencia del fugitivo, entre noviembre y diciembre de 2023 en la Audiencia de Gipuzkoa. Aquella vista se saldó con la absolución de cuatro de ellos y la condena del restante a tres años y medio de cárcel por homicidio imprudente con la atenuante de intoxicación etílica.