Un hombre ha sido condenado a dos años y nueves meses por proponer sexo a una adolescente de 14 años, hija de un amigo, a cambio de dinero a través de una aplicación de mensajería, sin que llegara a materializarse entre ellos ningún encuentro de esta índole.

La sentencia del caso, a la que ha tenido acceso EFE, considera al procesado autor de un delito de corrupción de menores con la agravante de abuso de confianza y la atenuante de haber reparado el daño causado, ya que antes de la vista oral consignó 3.000 euros en la cuenta de los juzgados para compensar a la víctima.

Admitió los hechos

Además de la citada pena de cárcel, la resolución también prohíbe al varón, que cuando sucedieron los hechos tenía 49 años, acercarse a su víctima y comunicarse con ella durante cinco años, y le obliga a permanecer en situación de libertad vigilada otros cinco años tras ser excarcelado.

Asimismo, le inhabilita por el mismo tiempo para cualquier profesión o actividad que conlleve contacto regular y directo con menores de edad.

Durante la vista por estos hechos, celebrada el pasado febrero en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado, que declaró visiblemente nervioso, admitió todos los hechos y aseguró que se encontraba en tratamiento psicológico por lo sucedido y por la aparición de "pasquines" y pintadas en su entorno en los que se le acusaba de "pederasta".

"Necesitaba dinero"

Según recoge ahora la resolución judicial, los hechos se remontan al 4 de septiembre de 2020, cuando la víctima mandó un mensaje al acusado para preguntarle si sabía de algún trabajo que ella pudiera realizar ya que "necesitaba dinero".

"A raíz de ello -explica el escrito-, el varón, aprovechando la confianza que la menor tenía en él, le propuso que mantuvieran relaciones sexuales a cambio de dinero".

En concreto, en el contexto de estas conversaciones el inculpado preguntó a la niña "qué haría por dinero" y le habló de un "supuesto amigo" suyo que "estaría dispuesto a pagar a cambio de sexo".

Al día siguiente, el 5 de junio, el varón remitió a la adolescente un mensaje en el que le preguntó "qué le haría por cien euros" y a lo largo de las jornadas siguientes "le propuso quedar en el trastero de su vivienda a fin de mantener relaciones sexuales" sin penetración a cambio de dinero.

Más adelante, le cuestionó sobre "cuánto le cobraría por masturbarle" y quedó en pagarle 80 euros si lo hacía, entre otras prácticas de índole sexual.

Este tipo de situaciones finalizaron el 15 de octubre de 2020, "a raíz de descubrirse por parte de la hermana de la menor los mensajes y denunciarse los hechos", desvela la sentencia que no es firme, ya que ha sido recurrida ante el Tribunal de Justicia del País Vasco (TSJPV).