La Audiencia de Bizkaia ha condenado a penas de entre 10 y 20 años de cárcel, por un delito de asesinato en grado de tentativa con pertenencia a grupo criminal, a seis de los siete autores de la paliza que dejó en estado vegetativo a Alexandru Ionita en Amorebieta en 2021. Además, ha fijado una multa al séptimo por un delito de omisión de socorro.
El tribunal ha concluido que el grupo llevó a cabo un "linchamiento" ante la víctima no tuvo defensa ni escapatoria posible, que existió alevosía en su actuación y que formaban parte de un grupo criminal. En total, cinco de ellos han sido considerados autores materiales de la paliza, condenándoles a 20 años de prisión a cuatro y a 14 al quinto al apreciarle una atenuante de anomalía psíquica; un sexto como cómplice a 10 años, y el séptimo procesado a una multa de 12 meses a razón de 10 euros al día por omisión de socorro.
En la sentencia, hecha pública este martes, la Audiencia de Bizkaia considera probado que el 25 de julio de 2021, sobre las 3 de la madrugada, los cinco condenados por asesinato en grado de tentativa, "puesto de común acuerdo, actuando de forma conjunta y coordinada entre sí", se dirigieron a Alexandru en el parque Jaureguiberria, en Amorebieta, para propinarle una paliza "con ánimo de acabar con su vida". Lo hicieron junto a un grupo de menores de edad, que ya fueron condenados por estos mismos hechos.
Tras rodearle, "le golpearon con una botella en la cabeza, le lanzaron botellas y otros objetos contundentes, le propinaron puñetazos y patadas en la cabeza, empujones, agarrones, zarandeos"; no le dieron opción de defenderse, ya que lo derribaron de nuevo cuando intentó levantarse, "lo que ocurrió hasta en tres ocasiones". Solo pararon cuando Alexandru quedó tendido en el suelo, "con una gran hemorragia en la cabeza".
Un sexto joven, que cumplirá una pena de 10 años por cómplice, "participaba del mismo propósito que el resto del grupo", aunque su intervención consistió en acercarse a la paliza, "recoger una botella del suelo y situarse en las proximidades para asegurar que la víctima no pudiera huir". El séptimo, que abonará una multa, observó lo que ocurría "sin que participara en modo alguno" en la agresión, aunque "no intervino ni avisó a la policía, pudiendo haberlo hecho sin riesgo para sí mismo".
Se escuchaban, mientras todo esto ocurría, "frases pronunciadas por los allí presentes tales como 'ahora sí', 'grábalo, grábalo', 'mátale, mátale' o 'graba esto', entre risas".
El vídeo, prueba "esencial"
El vídeo que uno de los propios agresores, menores de edad, grabó aquella noche y que luego distribuyeron por redes sociales, ha sido la prueba "esencial" para conocer "de manera directa" lo que ocurrido. "La claridad de las imágenes grabadas permite que nuestra convicción en este punto sea completa", recoge el tribunal en la sentencia. En base a esas imágenes, el tribunal hace un escalofriante relato de la paliza, "los interminables 50 segundos en que casi acaban con la vida de su víctima".
En la sentencia se incluye la agravante de alevosía. "Los agresores sabían lo que iba a ocurrir", se advierte en el escrito. "Desde el mismo inicio y en pocos segundos le rodean varias personas con botellas o un palo, y uno de ellos graba toda la secuencia lo que es indicativo de que eran conscientes de lo que ocurriría a continuación. El grupo entero asumía la acción y asumía el resultado". El resto de vídeos que los propios agresores colgaron en las redes sociales de otros incidentes ocurridos la misma noche, "responden al mismo patrón de agresión: situaciones de acorralamiento de varias personas a víctimas solas, golpes inesperados y grabación de todo ello por uno de los del grupo".
El tribunal también considera probado que todos los procesados, salvo uno -el condenado por cómplice- pertenecen a los Hermanos Koala, "grupo que se juntaba para cometer diversos delitos, como agresiones y robos a personas solas o en situación de desventaja. Esa misma noche cometieron varias acciones similares".