La zona entre Zumaia y Getaria en la que este jueves volcó una embarcación de recreo causando la muerte de una persona es bien conocida por los pescadores de ambos municipios. "Cuando toca bajamar y cubre, es una zona peligrosa. Ya ha habido más de un susto grande y no ha sido la primera vez que pasa algo así", explica a este periódico Juan Ramón Larrañaga, pescador y socio de Arbustain Zumaiako Motor Elkartea.

En enero de 2016, a pocos metros de este lugar, en las proximidades de la playa de Santiago, recuerda Larrañaga, ya zozobró un velero cobrándose la vida de otra persona. "Y ha habido más casos. Al estar tan cerca de las rocas, si te revienta una ola te hundes", apunta.

Por las imágenes de la embarcación volcada, Larrañaga apunta a que la tragedia de este jueves podría responder a esa casuística. "Había un poco de mar, pero tampoco había olas muy grandes. No llegaban a los dos metros. Lo que pasa es que con mareas vivas puede venirte la ola y ya no puedes hacer nada", explica sobre una zona que no es de obligado paso para acceder a Zumaia.

"Lo normal es ir por el espigón, aunque tampoco es tan extraño ir por allí. Alguien que no controle la zona es más habitual que se acerque tanto al muro", indica el pescador, quien apunta que una situación así puede pasarle a cualquiera: "Puede haber sido un despiste o cualquier cosa". 

"No es raro volver a esa hora" 

Sobre la hora en la que ocurrió, minutos antes de las 21.00 horas, Larrañaga señala que no es extraño que estuvieran regresando a puerto. "Normal no es porque la mayoría ya han vuelto, pero tampoco es raro. Al que va a por pescadilla o merluza en días que hace bueno como este jueves, le puede dar perfectamente esa hora. Al final, si vas a Hondarribia y aprovechas hasta que empiece a oscurecer, tienes dos horas de regreso", cuenta. 

Otra cuestión es ver si en el momento del naufragio los tripulantes se encontraban de regreso o "haciendo alguna otra cosa". Por el momento, la Guardia Civil ha abierto una investigación y no se descarta ninguna hipótesis. 

"Habrá que mirar bien cómo ha quedado el barco y ver qué peces llevaban para saber dónde han estado", concluye el pescador.