Un hombre ha sido condenado este lunes a cuatro años de cárcel por agredir sexualmente a una menor, de 13 años de edad, en un trayecto en coche entre Donostia y Tolosa.

Durante el juicio por estos hechos, celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado, para el que la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la víctima pedían ocho años de prisión, ha reconocido lo sucedido y ha aceptado ser condenado.

De esta manera, las acusaciones han rebajado su petición de pena hasta los cuatro años de prisión, al aplicarle las atenuantes de embriaguez, por haber actuado con sus condiciones volitivas afectadas por el alcohol, y de dilaciones indebidas, tras haberse alargado el procedimiento judicial por causas ajenas al inculpado.

Además de la de cárcel, el hombre tendrá que compensar con 10.000 euros a la damnificada, a la que no podrá acercarse ni tampoco comunicarse con ella durante diez años. Asimismo, deberá permanecer en situación de libertad vigilada durante nueve años, una vez sea excarcelado.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 16 de agosto de 2019, cuando el hombre y su víctima, que son vecinos, caminaban por el centro de Donostia y, según el escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso Efe, el adulto comenzó a tocar las "nalgas" de la menor "movido por un ánimo libidinoso".

Seguidamente, ambos se sentaron en el asiento trasero de un coche, conducido por una tercera persona, en el que todos ellos se iban a desplazar a Tolosa donde residían.

Durante el recorrido, "guiado por idéntico ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos", el encausado tocó los pechos de la chica sin su consentimiento, además de rozarle la "entrepierna" y los "genitales" por encima de la ropa.

Una vez en la citada población, cuando ambos se encontraban en el ascensor del inmueble en el que vivían presuntamente le agarró la cabeza con una mano, al tiempo que con la otra en la espalda la aproximó hacia él, "besándola en los labios a pesar de la negativa y fuerte resistencia de la víctima".

Como consecuencia de estos hechos, la niña sufrió un cuadro agudo de trastorno adaptativo con sintomatología ansioso depresiva leve y moderadamente limitador de sus actividades cotidianas que se prolongó durante unos dos meses.