La Guardia Municipal de Donostia detuvo en la mañana de este martes a un donostiarra de 63 años como presunto responsable de tirar los numerosos objetos depositados en el lecho del río Urumea, entre los puentes de María Cristina y Mundaiz, desde finales de 2021. En total, en la limpieza llevada a cabo en marzo de 2022, se retiraron del río más de siete toneladas de colchones, retretes, tablas de planchar, bicicletas, sillas de ruedas, sombrillas y otros trastos.

Fuentes de la investigación explicaron a este diario que la búsqueda del autor de los vertidos ha durado cerca de un año y ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana, ya que un vecino logró grabar con el móvil al presunto lanzador de objetos. El vecino había escuchado en varias ocasiones ruidos metálicos desde su casa, entre las 22.00 y las 00.30 horas, y una noche, en la calle, oyó los mismos sonidos y vio en acción a un persona, con una bicicleta, por lo que se encaró con ella y la grabó.

Las imágenes fueron posteriormente remitidas a la Guardia Muncipal y, a partir de entonces, empezaron a instalarse discretos dispositivos por los alrededores hasta detectar a un individuo que, al igual que el grabado en el vídeo, iba con un bicicleta rebuscando en los contenedores y alrededores. 

Al parecer, el detenido se quedaba con objetos pequeños que le interesaban y arrojaba al río los grandes. Se descarta que el lanzador de trastos fuese un trabajador de algún gremio que se deshiciese de los restos de las obras en el río, como se llegó a barajar.

Operarios sacan un retrete en la limpieza del pasado año. N.G.

El detenido se negó ayer a declarar y quedó en libertad la espera del delito medioambiental que se le impute, ya que la Guardia Municipal había presentado una denuncia en la fiscalía de medio ambiente.

La detención del varón de 63 años pone fin a un misterio que fue protagonista en varios plenos municipales así como de criticas entre partidos y colectivos hasta que, finalmente, el Ayuntamiento contrató a una empresa y cinco trabajadores se pasaron ocho jornadas sacando objetos.

Queda claro que los colchones, jergones, bicicletas, retretes y otros objetos no habían llegado a causa de riadas, como sostuvo el Ayuntamiento durante un tiempo, sino que eran obra de la acción de alguna persona. 

Así lo avanzó a este periódico un buzo voluntario, que explicó que un conocido suyo había contemplado cómo un hombre, que iba en una bicicleta BH granate, era el responsable de tirar los enseres del hogar. “Incluso, el vecino salió a la calle y se encaró con él. Le dijo que le había visto tirando objetos”, explicó el submarinista. Su afirmación ha quedado ahora confirmada tras comprobarse que el presunto autor de los vertidos ilegales es “el hombre de la bicicleta” avistado por el primer testigo y por otros más que habían dado también la alerta la Guardia Municipal.

 La aparición en el Urumea de objetos como bicicletas, retretes, restos de electrodomésticos y otro tipo de basura, que tendría que haberse trasladado a un vertedero o a reciclar, fue denunciada por el colectivo ecologista Eguzki a principios del pasado año.

Concejales del PP tras sacar objetos del río. N.G.

Formaciones políticas de la oposición, como EH Bildu y el PP, reclamaron la limpieza del río pero el Gobierno municipal aludió a problemas competenciales y anunció conversaciones con el Servicio de Costas de Gipuzkoa y con la Agencia Ura.

Mientras tanto, seguían los enseres tirados y su permanencia en el lugar se hacía más visible con marea baja. El PP, incluso, llegó decir que pagaría de su bolsillo la eliminación de los trastos. Finalmente, en marzo, los concejales del PP, vestidos con neopreno, bajaron al río a escenificar una retirada de enseres tirados en el lecho.

El Ejecutivo local mostró su malestar y aseguró que justo al día siguiente estaba prevista la llegada de unos servicios especiales, contratados y con seguro, para limpiar el río, como finalmente sucedió.