2025, el año de BasQ, por Juan Ignacio Pérez Iglesias
El consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, defiende que el ordenador cuántico BasQ "no será flor de un día, atraerá estudiantes brillantes y especialistas de la máxima cualificación en este campo"
Para quienes siguen la actualidad científica y tecnológica en Euskadi, 2025 ha sido, sin duda, el año de la instalación y puesta en funcionamiento en Donostia del ordenador cuántico de IBM, el Quantum System Two. No es para menos; es una máquina extraordinaria, la única en Europa con sus prestaciones. La casualidad ha querido, además, que ese hito se produjese en el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas.
Nuestra política científica no se limita a impulsar la generación de conocimiento de vanguardia con carácter general. También promueve la especialización en áreas estratégicas. Por ese motivo, debe incluir también actuaciones que pongan el foco en un número limitado de líneas para apoyarlas de forma especial. Esta consideración es especialmente pertinente en un país pequeño como el nuestro. Los países pequeños disponen de recursos limitados, por lo que no pueden destinarlos a todos los campos del saber en la misma medida; deben seleccionar. Y hay que promover la excelencia científica en las líneas clave.
Hace aproximadamente un lustro el anterior Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco empezó a gestar un programa –denominado Ikur– cuyo propósito era hacer ciencia excelente con el objetivo de generar impacto económico y social. En otras palabras, se lanzó un programa para promover la innovación de base científica en unas pocas áreas. Se escogieron cuatro, una de las cuales se dedicó, precisamente, al desarrollo de ciencia y tecnología cuánticas, y a su adopción por parte de la comunidad científica y tecnológica y de los sectores productivos.
BasQ –abreviación de Basque Quantum, el nombre de esa estrategia– no surgió en el vacío. Lo hizo en un contexto de madurez científica de los grupos de investigación en física cuántica y áreas afines. Esta es una de esas raras ocasiones en las que confluyen dos corrientes. Una va de abajo a arriba; es la que conforman los grupos de investigación que nutren la componente científica de la estrategia. La otra es la que surge arriba y fluye hacia abajo; es la que impulsan las principales instituciones del país, el Gobierno Vasco, a través (en la actualidad) del Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación, y las diputaciones forales, a través de sus departamentos de desarrollo o promoción económica.
La confluencia de las dos corrientes tiene el potencial suficiente como para impulsar una dinámica de colaboración público-privada en la que el ordenador cuántico de IBM, que se instaló y puso en marcha el pasado mes de octubre, es la gran infraestructura que da soporte al conjunto de la estrategia BasQ. El Quantum System Two, los Joint Research Agreements (JRA: Acuerdos de Investigación Conjunta) con IBM, así como las líneas de investigación en comunicaciones, sensórica, y metrología cuánticas, conforman el andamiaje sobre el que se ha erigido BasQ. En este esquema de colaboración público-privada es esencial la contribución de las diputaciones forales, al promover, por un lado, incubadoras de empresas que desarrollan o hacen uso de tecnologías cuánticas y, por el otro, apoyar económicamente programas de innovación centrada en la ciencia cuántica.
La formación en ciencia y tecnología cuánticas es otra componente fundamental de esta estrategia: ya se han formado centenares de personas. Y el carácter referencial de este proyecto atraerá a Euskadi a estudiantes brillantes y especialistas de la máxima cualificación en este campo. De este modo lo que hacemos hoy no será flor de un día.
La estrategia BasQ no solo impulsará la ciencia y la tecnología cuánticas. También incidirá en otras disciplinas en campos diversos, algunos de los cuales ni siquiera podemos atisbar hoy. La conjunción que configurarán la computación cuántica, la inteligencia artificial y la computación tradicional de altas prestaciones abrirá, igualmente, horizontes hasta ahora desconocidos, tanto al mundo de la ciencia y la tecnología como al de la empresa y las instituciones.
El ordenador cuántico es, a la vez, el corazón y el icono de toda una estrategia –BasQ–en la que confluyen agentes científicos, formativos, tecnológicos y empresariales que, a buen seguro, tendrá efectos transformadores en nuestro país. Por ello, la estrategia cuántica vasca va más allá de lo que implica instalar y poner en funcionamiento una máquina extraordinaria. 2025 ha sido el año de BasQ.
*Consejero de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno Vasco
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