El Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha aprobado esta semana el convenio que servirá para redactar el proyecto que culminará la Ronda Sur en Irun, que comenzó con el vial entre Oinaurre y Larreaundi, y terminará en Arbes tras una prolongación de 2,1 kilómetros. Este proyecto contará con un semienlace a la autopista AP-8 próximo al actual cruce de la subida al cementerio.

El paso de la Diputación deberá contar con el visto bueno del convenio por parte del Ayuntamiento, trámite que el Gobierno foral espera para antes de que acabe el año. “Este acuerdo es un paso más hacia la ejecución de una solución viaria muy necesaria y reclamada en Irun”, ha señalado la portavoz foral, la jeltzale Irune Berasaluze, que confía en que “el proyecto pueda redactarse a lo largo de 2026”.

La culminación de la Ronda Sur, que va desde Oinaurre hasta Arbes en paralelo a la AP-8, es una de la decena de actuaciones que la Diputación tiene previstas en Irun y Hondarribia, como ha recordado Berasaluze: “Este proyecto es una de las principales soluciones recogidas en el plan integral de actuaciones en las infraestructuras viarias para mejorar la movilidad en Bidasoaldea, con una inversión estimada de 50 millones de euros, fruto de la colaboración entre la Diputación y los ayuntamientos”.

La obra dará continuidad al vial que algo más de 800 metros conecta la zona de Oinaurre con la rotonda que separa en Larreaundi las calles Berio y Miguel de Ambulodi, junto a la Avenida de Euskal Herria.

Aquella primera fase, abierta en el último trimestre del año 2021, ha empezado a descongestionar parte del tráfico interno de la ciudad, que hasta ese momento para cruzar Irun además de la autopista de pago solo tenía como opciones la Variante (la GI-636) el Centro de Irun.

La segunda fase de la Ronda Sur transcurrirá paralela a la AP-8. En imagen, el tramo entre Arbes (junto al CEIP Bidasoaldea) y Azken Portu GFA

Así acabará la Ronda Sur

El objetivo ahora es completar el proyecto con algo más de dos kilómetros desde la citada salida de Larreaundi donde ahora termina la Ronda Sur. hasta la zona de la autopista que separa Azken Portu y Meaka.

Lo hará en otros dos tramos: desde la actual subestación eléctrica de Larreaundi, junto al convento de las Hijas de la Cruz, hasta una nueva rotonda que se creará en la vega de Olaberria, en una suerte de intersección entre el final de la calle Berio, la GI-3452 y el CEPA Bidasoaldea, junto al colegio Eguzkitza.

El segundo tramo, el más largo de los dos, partirá de esa rotonda hasta la carretera que une los barrios de Azken Portu y Meaka, pasando por debajo del puente de la AP-8 hacia o desde Ibarla.

Nuevo semienlace con la AP-8

En este punto, además, el proyecto prevé abrir una nueva conexión de Irun con la autopista, con lo que los usuarios de zonas como los citados barrios, el entorno de Vollmer y hasta Dunboa contarán con un acceso más próximo a la AP-8.

Esta actuación lleva aparejada otra en las inmediaciones, ya que se contempla la construcción de una rotonda en la actual intersección de subida al cementerio, en el área que hoy ocupa el puente sobre la regata de Artia.

Además de las cuatro salidas actuales de la citada intersección (calle Alzukaitz, paseo Artiga, la avenida Ibarrola y el paseo de Blaia), habrá una quinta, que será el acceso y la salida de la autopista.

Obras previstas en la red de carreteras de Irun y Hondarribia: acceso a la AP-8 en uno de los extremos de la Ronda Sur, entre Azken Portu y Meaka GFA

Un plan más completo

La culminación de la Ronda Sur, para la que aún faltan unos años, es el principal proyecto del plan que presentaron la Diputación y los dos ayuntamientos guipuzcoanos del País del Bidasoa a comienzos de 2025.

En el caso de Irun y además de completar el citado enlace, aquel paquete de medidas incorpora otras propuestas de menor calado, pero que resultan trascendentes en puntos concretos como el acceso en Plaiaundi, que tendrá un carril adicional sentido Donostia hasta la salida hacia Mendelu; la nueva rotonda en la variante en Azken Portu junto a la sede de la Policía Local y el polideportivo, que avanzará en su tramitación en 2026; y la mejora de la rotonda Zubi-Muxu entre Irun y Hondarribia, que podría tener un nuevo acceso desde el carril de la GI-636 en dirección Behobia.

Obras previstas en la red de carreteras de Irun y Hondarribia: una nueva glorieta regulará el tráfico en la variante de Irun GI-636 en Azken Portu, entre la Policía Local y el polideportivo GFA

Mejoras en Hondarribia

En el caso de la ciudad costera, la vista está puesta en mejorar los accesos. Habrá una glorieta en Amute, en la intersección hoy gestionada por semáforo entre la calle Amutalde, el vial del aeropuerto (Gabarrari kalea) y Kosta kalea, la conocida como carretera vieja.

El plan además contempla conectar las dos carreteras de acceso a Hondarribia, que son la N-638 y la GI-636. Se unirán con una rotonda en cada una de ellas entre las que se construirá un vial que persigue reorganizar y mejorar los accesos a la localidad, y que tendrá novedades a lo largo de 2026.

Obras previstas en la red de carreteras de Irun y Hondarribia, con el nuevo vial entre la N-638 (en la izquierda) y la GI-636 GFA

Según el estudio llevado a cabo, actualmente el ramal GI-636-13 (Amutalde kalea) soporta una carga muy exigente al dar servicio a los tráficos procedentes de Nafarroa, de Iparralde y de gran parte del núcleo urbano de Irun a través de la rotonda de Zubi-Muxu.

También se analizará la posibilidad de ampliar la plataforma de la GI-636 entre la rotonda del hospital comarcal y el hotel Urdanibia, la conocida como carretera del Golf.