Desde su puesta en marcha hace dos años, el programa Bizihabi –una iniciativa del Gobierno Vasco que promueve la convivencia entre personas mayores y jóvenes– ha logrado crear 50 unidades convivenciales en Euskadi. Estas relaciones han supuesto más de 13.600 noches en compañía, cumpliendo con el objetivo del proyecto en la reducción de la soledad y el aumento del bienestar emocional de las personas mayores participantes.
El programa busca reducir el aislamiento de los mayores, al tiempo que proporciona a los jóvenes un alquiler asequible a cambio de compañía y apoyo mutuo. Impulsado por la Dirección de Acción Comunitaria del Gobierno Vasco, se desarrolla actualmente en distintos municipios de Gipuzkoa (Donostia, Hernani y Deba), Bizkaia (Bilbao, Leioa, Erandio, Santurtzi, Karrantza y Maruri-Jatabe) y Álava (Vitoria-Gasteiz).
Una de las personas participantes es Valeria Cedeño, quien lleva tres meses conviviendo con Leonor: “Cuando vine a vivir a Vitoria estuve viviendo en un piso de estudiantes, pero yo estoy ya trabajando así que buscaba otro tipo de convivencia”. La joven de 35 años explica que este programa beneficia a las dos partes, ya que ella ha encontrado un alquiler “asequible” y Leonor tiene compañía durante las tardes y noches. “Al salir de trabajar, Leo y yo solemos ir a dar una vuelta o a tomar algo, me gusta la idea de llegar a casa de trabajar y tener a alguien con quien hablar y no encerrarme en mi cuarto”, explica Cedeño.
Itziar de la Peña es la directora de Promoción del Tercer Sector Social y la Acción Comunitaria del Gobierno Vasco y explica que el programa se basa en unir a personas mayores y a personas jóvenes que necesitan una compañía o una solución habitacional: “La experiencia de sentirse solo puede aparecer en cualquier momento de la vida, tanto para los jóvenes como para las personas mayores, y muchas veces al final es una falta de vínculos, de escucha, de oportunidades”.
Marina Temprano lleva dos años conviviendo en su casa de Leioa con Sara, una joven de Irun de 20 años que estudia en la universidad: “Cuando me quedé viuda y mis hijos se fueron de a vivir fuera de casa, echaba en falta estar acompañada, así que me ha venido muy bien este programa”. La mujer, de 78 años, recomienda participar en este programa para todas las personas que estén en la misma situación que ella: “Hay mucha desconfianza por parte de las personas mayores, pero yo les animo a participar. Además, hay dos meses de adaptación para saber si congenias con la otra persona”.
Lazos sociales
La mayoría de las personas mayores que participan en Bizihabi son mujeres (el 66,8%) y tienen entre 60 y 75 años. En muchos casos han pasado por etapas de transición vital, como la viudedad, la jubilación o el cambio de domicilio, y buscan adaptarse a una nueva etapa manteniendo su independencia, pero sin renunciar a la compañía.
Por su parte, las personas jóvenes que participan en el programa suelen ser estudiantes de máster o doctorado, o profesionales de entre 30 y 35 años que llegan a Euskadi por motivos laborales. La directora de Acción Comunitaria subraya que se trata de personas que buscan tranquilidad, estabilidad y un entorno de convivencia positivo, alejado de las residencias estudiantiles tradicionales, y muchas veces, más económico que un piso de alquiler o una residencia.
Beneficio mutuo
De la Peña explica que el impacto social y económico del programa también es destacable: “Las personas mayores ganan en compañía e ingresos unos 300 euros al mes de media, mientras que las jóvenes encuentran un hogar asequible y tranquilo en un entorno familiar”. En total, las personas mayores participantes han obtenido unos ingresos medios de 2.000 euros al año, mientras que las personas jóvenes han conseguido un ahorro aproximado de 750 euros anuales respecto al precio medio del alquiler.
El Gobierno Vasco subvenciona el 100% del coste del servicio, que incluye el proceso completo de registro, selección, entrevistas personales, formalización del contrato de convivencia y seguimiento posterior. Además, Bizihabi garantiza el cobro del alquiler y un servicio de mediación en caso de que surjan incidencias durante la convivencia.
Creciente interés
Desde 2023 que se inició el programa, se han firmado un total de 69 contratos que, en un principio, se renuevan anualmente. De esos contratos han salido 50 relaciones de convivencia, ya que muchas veces se repiten las mismas personas que están conviviendo. Este año, el 50% de las personas han repetido la misma relación. Además, el 70% de las personas mayores participantes repite la experiencia, aunque sea con otra persona joven.