El Juzgado de lo Social número 4 de Donostia se ha declarado incompetente para resolver la demanda interpuesta por el director estadounidense Robert Treviño por su destitución de la Euskadiko Orkestra, cuyo consejo de administración lo cesó a causa de su "estilo de liderazgo autoritario".

Indemnización

La sinfónica vasca anunció el cese de Treviño el pasado 27 de enero, tras lo cual quien había sido batuta de la orquesta durante ocho años presentó una demanda en el mes de marzo en la que reclamaba la nulidad o improcedencia del cese, además de una indemnización de 558.400 euros (y subsidiariamente de 488.600 euros) "por vulneración de sus derechos fundamentales".

Pedía asimismo que Orquesta Sinfónica de Euskadi, S.A. le abonara la cantidad de 27.500 euros, "en concepto de music director".

Contrato mercantil

El pasado 11 de septiembre se celebró la vista oral, en la que la representación de la sinfónica alegó "la excepción de incompetencia de jurisdicción" al considerar que el vínculo que mantenía con Treviño era un contrato de prestación de servicios -mercantil y no laboral- y por lo tanto no era esta la jurisdicción competente para conocer su demanda, argumento que ha dado por válido el Juzgado de lo Social.

En su fallo, que puede ser recurrido, el juez no entra por tanto en el fondo del asunto y señala que Treviño "tiene una organización empresarial propia que le permite desarrollar su actividad a lo largo de cuatro continentes" con "una estructura de representación en cada zona del planeta que le interesa".

De esta manera, es el propio demandante "el que gestiona su actividad en función de sus propios intereses, sin estar sometido a una organización ajena, como sería la Orquesta de Euskadi".

Los hechos probados de la sentencia permiten seguir la cronología de lo ocurrido meses antes de producirse la salida de Treviño, que conllevó también, aunque de forma consensuada, la del director general de la orquesta, Oriol Roch, quien fue sustituido por Roberto Ugarte en abril.

"Autoritario"

El relato es también el del descontento de los miembros de la agrupación vasca con un director artístico que percibían "como autoritario" y que generó "numerosos incidentes" con integrantes de la orquesta, "tanto con los músicos como con el personal administrativo, especialmente con personas vulnerables, como pueden ser las personas mayores o las mujeres".

Cita algunos episodios, de los que fue informado Oriol Roch, que sin embargo "no realizó ninguna actuación" al respecto, tampoco cuando el comité de empresa intervino.

La vicelehendakari y consejera de Cultura, como presidenta del consejo de administración de la sinfónica, escuchó la versión de los representantes de los trabajadores y del propio Treviño, con quien se reunió en París el 8 de diciembre de 2024.

Tras conocer la opinión de ambas partes, Bengoetxea encargó a la empresa Gizagune la realización de un estudio sobre la situación entre todo el personal de la empresa, con entrevistas y un cuestionario que fue respondido por más del 80 % de las personas a las que se le remitió por internet, pero en el que Treviño decidió no participar.

"Falta de respeto"

El informe "puso de manifiesto que en la Orquesta Sinfónica de Euskadi existía un conflicto generado por el estilo autoritario del mando y la falta de respeto", y que este "estaba afectando al ambiente y a la calidad del trabajo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi".

Rescisión de contrato

El 27 de enero, Bengoetxea remitió una carta a Treviño en la que le comunicaba que ese mismo día el consejo de administración de Euskadiko Orkestra había decidido rescindir el contrato a causa de "su estilo de liderazgo autoritario", que "atentaba de forma directa e injustificada a la dignidad y el honor de los miembros de la Orquesta Sinfónica de Euskadi".

La orquesta sigue sin director musical y afronta la temporada de abono 2025-2026 con batutas invitadas.