Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 acabaron con la vida de 17,9 millones de personas, lo que supone un 32% de todas las muertes globales. Pese a esta magnitud, aún existe un desconocimiento generalizado de su impacto específico en las mujeres.
La menopausia, por ejemplo, marca un antes y un después. La pérdida de estrógenos, hormonas que ejercen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, eleva el riesgo de infarto y otras complicaciones
Y es que, ¿sabías que tu madre, hermana o pareja tiene más riesgo de morir por una enfermedad del corazón que por un tumor de mama? Los datos no dejan lugar a dudas: son la primera causa de muerte femenina, por encima incluso del cáncer de mama. En 2020 fallecieron 8.000 mujeres más que hombres por enfermedad cardiovascular, lo que pone de manifiesto la necesidad de afrontar esta realidad.
Síntomas: diferentes y más silenciosos
Una de las mayores dificultades para la prevención en mujeres es que los síntomas de un infarto no siempre son los mismos que en los hombres. Mientras ellos suelen experimentar un dolor intenso en el pecho, ellas pueden presentar signos más difusos: fatiga extrema, falta de aire, náuseas o dolor en la mandíbula y el cuello.
Esta diferencia provoca que muchas mujeres no relacionen sus molestias con el corazón, retrasen la consulta médica y, en consecuencia, aumenten el riesgo de complicaciones graves. “¿Te has sentido muy cansada? Atenta, porque podría ser tu corazón pidiendo ayuda”, advierten los especialistas.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo son comunes en ambos sexos, pero las mujeres arrastran condicionantes que las hacen especialmente vulnerables. La menopausia, por ejemplo, marca un antes y un después. La pérdida de estrógenos, hormonas que ejercen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, eleva el riesgo de infarto y otras complicaciones.
La diabetes es otro enemigo silencioso. No solo porque aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad cardíaca, sino porque lo hace con mayor intensidad en ellas: las mujeres con diabetes tienen un 40% más de probabilidades de padecer un infarto que los hombres diabéticos.
La buena noticia es que muchas de estas dolencias se pueden prevenir. Los expertos coinciden en que los cambios de estilo de vida son la herramienta más poderosa para mantener el corazón sano
El estrés y el aislamiento social también se han revelado como factores a tener muy en cuenta. Diversos estudios han demostrado que sentirse sola puede incrementar hasta en un 30% el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular. Una red social sólida, tanto en el ámbito familiar como en el comunitario, se convierte así en un escudo protector tan importante como la dieta o el ejercicio.
El tabaco, por último, multiplica los riesgos. Quienes fuman tienen entre dos y cuatro veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón. En España, el tabaquismo está detrás del 50% de las muertes cardiovasculares en la franja de 35 a 69 años, una cifra que subraya la magnitud del problema.
Claves para un corazón sano
La buena noticia es que muchas de estas dolencias se pueden prevenir. Los expertos coinciden en que los cambios de estilo de vida son la herramienta más poderosa para mantener el corazón sano.
La alimentación ocupa un lugar central. Una dieta rica en frutas, verduras y legumbres, con bajo contenido en grasas saturadas y sal, es fundamental. Reducir la ingesta de sodio a menos de cinco gramos diarios —el equivalente a una cucharadita de café— podría evitar 1,7 millones de muertes cardiovasculares cada año en todo el mundo.
El ejercicio físico es otro pilar imprescindible. No hace falta realizar entrenamientos intensivos: basta con dedicar 30 minutos diarios a una actividad moderada como caminar a buen ritmo, nadar o montar en bicicleta para fortalecer el corazón y reducir significativamente el riesgo.
Dejar el tabaco es, sin duda, una de las decisiones más determinantes. Cada cigarrillo que se evita es una inversión directa en salud cardiovascular. Y no menos importante resulta el cuidado emocional. Combatir el estrés, descansar lo suficiente y mantener relaciones sociales de calidad son aliados silenciosos pero eficaces a la hora de proteger el corazón.
Curiosidades sobre el corazón
El corazón es uno de los órganos más trabajadores del cuerpo humano. Cada día late más de 100.000 veces y bombea unos 7.500 litros de sangre, suficiente para llenar 50 barriles. A pesar de su tamaño —equivalente al de un puño cerrado y con un peso medio de entre 250 y 350 gramos—, su fuerza es enorme.
En los atletas, el corazón puede llegar a pesar más por el engrosamiento de sus paredes, consecuencia del entrenamiento intenso. Pero incluso este órgano infatigable tiene límites. Escuchar sus señales resulta clave para anticiparse a una posible enfermedad.