El número de familias que solicitan la exhumación de los restos de sus familiares del Valle de Cuelgamuros sigue creciendo. Los trabajos se iniciaron en 2023 con 128 solicitudes y el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática admitía ya 190 a mediados de mayo, justo cuando desde la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos del Valle de los Caídos criticaban públicamente la falta de información que sintieron después de la ronda de visitas organizada en mayo de 2024.

Las exhumaciones continúan, después de haber estado paradas durante meses por un juzgado de Madrid; y las visitas siguen haciéndose, “a título informativo”, pero in situ, por grupos. Esta misma semana varias familias guipuzcoanas han tenido la ocasión de compartir los avances de los trabajos. Entre ellos, la del miliciano vasco Antonio Arrizabalaga Ugarte, natural de Zumarraga.

“Nuestro nivel de frustración es muy grande, porque llevamos ya 15 años y no logramos traer los restos de mi tío”

Iñigo Jaca - Familiar de Antonio Arrizabalaga Ugarte

 Su sobrino, Iñigo Jaca, pudo volver al Valle de Cuelgamuros este lunes, después de dos años. “Cuando estuve la vez anterior estaban Franco y Primo de Rivera. En eso ha cambiado y la situación general también ha mejorado, porque antes había unas goteras y filtraciones impresionantes”, recuerda. 

Jaca decidió no acudir a las visitas organizadas en mayo de 2024, resignado en parte. Pero tras lo visto este lunes durante la visita, reconoce que el “trabajo que están haciendo es irreprochable desde el punto científico”. 

Su familia lleva años peleando porque los restos de su tío descansen en el panteón familiar de Zumarraga, junto a los de su hermana y su madre. Antonio Arrizabalaga Ugarte pertenecía al batallón Amuategi de las Juventudes Socialistas, y fue apresado en Santander y trasladado a Zaragoza, donde falleció en 1938. 

Sin proyecto

Su familia tuvo conocimiento en 2009 de que sus restos fueron trasladados al Valle de Cuelgamuros en 1961 y sin su consentimiento. Se hallan en la cuarta planta de la cripta del Santo Sepulcro, la menos accesible.

El pasado lunes hubo tres tandas de visitas por la mañana y otras tantas por la tarde; con seis familias y tres miembros como máximo por cada una en cada tanda. En el turno de Jaca coincidieron cuatro familias guipuzcoanas, otra navarra de origen guipuzcoano y una sexta de Cuenca. También hubo visitas el lunes 14 de julio.

En Cuelgamuros se encuentran los restos de 33.833 personas en 11.060 cajas individuales y colectivas

“Todavía hay familias que acaban de enterarse en el último año de que los restos de sus allegados están aquí; en concreto, una de las mujeres de nuestro grupo dijo que solían ir a visitar a su familiar al cementerio de Zaragoza, sin saber que sus restos habían sido trasladados aquí”, explica Jaca a NOTICIAS DE GIPUZKOA.

Les recibió en persona el forense guipuzcoano Paco Etxeberria y su equipo. “Nos explicaron todo y nos enseñaron los restos que ya han extraído. Están convocando a las familias por grupos, porque tampoco hay capacidad para que haya más gente”, precisa este vecino de Zumarraga. 

Buzo, mascarilla, guantes y psicólogo

Equipados con buzos, mascarillas y guantes para “evitar que se pueda entrar en contacto con algún contaminante”, y asistidos y acompañados en todo momento por un psicólogo, los familiares de las víctimas que yacen en Cuelgamuros revivieron el pasado. Para algunos era la primera vez.

“El problema que tenemos los de la cuarta planta, como es el caso de los vascos, es que ni hay presupuesto, ni aparentemente hay proyecto para acceder a esa planta, según nos han explicado”, dice.

Según informó el Gobierno español a mediados de mayo, desde que comenzaron las exhumaciones, en junio de 2023, se ha identificado y entregado a sus familiares restos de 29 personas; todos ellos total de 29 casos, todos ellos procedentes de las provincias de Ávila y Zaragoza. 

“Estaban todos en la planta cero, pero los vascos, que estamos en la planta cuatro (del Santo Sepulcro), y los catalanes, en la cripta del Pilar (es uno de los altares que está en el trayecto de la Basílica), no. 

“Nuestro nivel de frustración es muy grande, porque llevamos ya 15 años. La ley salió en 2007 y en 2010 fuimos al Ministerio de Justicia con dos hermanos que ya han fallecido. Quedamos tres. Y es frustrante que llevemos tanto tiempo con un gobierno de izquierda y con el apoyo de los partidos políticos vascos, sin poder lograrlo”, lamenta.

Vascos y catalanes, a la cola

Jaca echa en falta un trabajo más de pico y pala en este sentido por parte de los políticos vascos y catalanes en el Congreso español. Cita a Aitor Esteban (PNV), Oskar Matute (EH Bildu) el propio Gabriel Rufián (ERC): “Creo que no hemos tenido un respaldo político lo suficientemente serio. Hemos creado Gogora (Instituto de la Memoria y la Convivencia y los Derechos Humanos), una entidad pública más orientada a la memoria y el reconocimiento de las víctimas, pero que no está presionando”, como sí lo han hecho otros movimientos asociativos de familiares que “no hemos sido capaces” de organizar en Euskadi, donde hay más de 40 familias afectadas.

Pone como ejemplo a la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos del Valle de los Caídos, presidida por Silvia Navarro, y que agrupa principalmente a familias de Aragón, Asturias y Castilla-León, “que son las que más resultados están obteniendo”, a pesar de haber tenido en sus respectivos territorios “mayor oposición que aquí por parte de la ultraderecha”.

Ningún reproche al equipo de forenses dirigido por Paco Etxeberria. “Ellos están haciendo un trabajo muy importante y muy serio de identificación, además fueron muy didácticos a la hora de explicarlos y se ve que están haciendo un trabajo científico intachable”, explica Jaca. 

Las exhumaciones siguen pese a las trabas

Los trabajos de exhumación en el Valle de Cuelgamuros continúan después de que en marzo de este año el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TJM) estimase un recurso presentado por Patrimonio Nacional contra una sentencia que había logrado paralizar las exhumaciones en el mausoleo franquista, donde hay 11.060 cajas individuales y colectivas que contienen los restos de 33.833 víctimas de ambos bandos durante la Guerra Civil española (1936-1939).

Poco después de esta resolución judicial, a mediados de mayo, desde el propio Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática manifestaron el compromiso del Gobierno para seguir trabajando en las exhumaciones de los restos reclamados. De hecho, el propio ministro Ángel Víctor Torres anunció que el Ejecutivo español había pedido una licencia para ampliar las exhumaciones a más criptas de Cuelgamuros. 

Torres también indicó que se habían enviado cartas informativas a familiares para explicarles las dificultades que han ralentizado el ritmo de los trabajos en los últimos meses, un retraso que achacó a la "labor obstruccionista" de organizaciones de ultraderecha como la Fundación Francisco Franco.