El PNV, a través de la diputada del Grupo Vasco en el Congreso, Nerea Renteria, ha trasladado este lunes varias preguntas al Gobierno acerca de la falta de examinadores de tráfico en la CAV y Navarra. El déficit afecta especialmente a Gipuzkoa y Renteria ha subrayado que “el problema se ha convertido estructural”. Esta situación la denunció la presidenta de la Asociación de Autoescuelas del territorio, Arantxa Bravo, a NOTICIAS DE GIPUZKOA en una entrevista hace varias semanas.
El número de estudiantes que deciden examinarse para obtener el carnet de conducir crece notablemente en verano, y en Gipuzkoa ya son más de 5.000 los alumnos en espera para realizar la prueba práctica. Por ello, la representante del PNV ha reclamado conocer el número concreto de examinadores que se destinaran a las jefaturas de Gipuzkoa, Bizkaia, Araba y Navarra para reducir estas listas.
Problema recurrente
La falta de examinadores ha sido un problema recurrente en el territorio durante los últimos años, y en 2024, el Gobierno central termino destinando cuatro examinadores más para afrontar la época de más demanda. Este año, en cambio, Bravo aseguró que el verano va a ser “muy difícil de gestionar”, y es que a Gipuzkoa le corresponden diez examinadores y actualmente solo dispone de ocho.
A la compleja situación hay que sumarle que uno de ellos se encuentra de baja para un largo periodo y otros cinco solicitaron el traslado a otro territorio. Todos ellos dejarán Gipuzkoa al concluir la época estival después de que sus solicitudes hayan sido aceptadas. “Ser examinador en Gipuzkoa no es atractivo”, aseguró Bravo a este periódico, haciendo referencia a la diferencia del nivel de vida con otros territorios, mientras las condiciones económicas son las mismas.
A pesar de que el Ejecutivo español ha asegurado que después del verano se incorporarán "un centenar de nuevos examinadores en todo el Estado", el PNV ha pedido concreción para que las diferentes jefaturas puedan organizar su futuro más allá de la concurrida época. El déficit de examinadores es un problema con el que Gipuzkoa convive desde hace años, y la incertidumbre es cada vez mayor de cara a los próximos meses.