Una jueza ha condenado a pagar 2.520 euros de multa y otros 65.000 más en indemnizaciones a un motorista por el fallecimiento de un taxista en 2023 en Barcelona, al que agredió en una discusión de tráfico con la "mala suerte" que lo hizo caer al suelo y se golpeó mortalmente en la cabeza.

El juzgado de lo penal número 7 de Barcelona ha condenado a Edison A.C.N. por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro leve de lesiones, por los que, además de la multa, deberá indemnizar también a los familiares de la víctima con cantidades que suman 65.464,08 euros, según la sentencia avanzada este martes por 'La Vanguardia' y 'El País', y a la que ha tenido acceso EFE.

La pena es inferior a la pedida por la Fiscalía, que solicitaba 4 años de cárcel por homicidio por imprudencia grave en concurso con uno de lesiones.

El escrito, que puede ser recurrido ante la Audiencia de Barcelona, da por probado que el 2 de noviembre de 2023 Edison circulaba con una motocicleta, en la que iba su novia de paquete, mientras llevaba a cabo su segundo trabajo como repartidor.

Tras ser increpado por el taxista por cómo circulaba, el motociclista se bajó con el casco puesto del vehículo y se dirigió al conductor del coche.

Después de intercambiar varias palabras, el taxista bajó también de su vehículo, tiró la motocicleta y ambos comenzaron a zarandearse, con empujones mutuos.

Según la sentencia, Edison aprovechó para propinarle un golpe con el brazo izquierdo y en la mejilla derecha, lo que hizo que cayera al suelo de espaldas y que se golpeara fatídicamente en la cabeza.

Hasta el lugar de los hechos se personó el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que fue avisado por un transeúnte, a la vez que un agente fuera de servicio se acercó para tratar de reanimar al taxista, que convulsionaba en el suelo.

Falleció días después

El conductor del taxi fue trasladado al Hospital Clínic de Barcelona, donde falleció tres días más tarde como consecuencia de una hemorragia cerebral, hipertensión endocraneal y traumatismo craneoencefálico, causados por la caída.

La jueza hace suyo el argumento de un testigo, que subrayó que fue un golpe con "mala suerte" el que recibió el taxista, que hizo que cayera al suelo y se golpeara mortalmente en la cabeza.

"El golpe dado le lleva a desestabilizarse, caer de espaldas y ocasionarse el traumatismo craneal que de forma inopinada y súbita conllevó a su fallecimiento", según la sentencia. De hecho, la jueza deja claro en el escrito que la muerte "se produjo por una conducta imprudente y no dolosa".