Se calcula que alrededor del 30% de la población de Euskal Herria (3,2 millones de habitantes entre Hegoalde e Iparralde) sabe euskera y es capaz de hablarlo, pero sólo un 13% lo utiliza con asiduidad en su día a día. Gipuzkoa es, por supuesto, el territorio más euskaldunizado y el lugar perfecto para sacarle provecho al Euskaraldia 2025, ya que según los últimos datos (2021) recogidos por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), sólo el 25% de la población es erdaldun. Es decir, sólo una de cada cuatro personas carece de la base suficiente para participar en el Euskaraldia. Hace 20 años, este porcentaje rozaba el 29%
Eukaraldia es un ejercicio social masivo de once días que arranca este jueves, 15 de mayo, y se alargará hasta el día 25. Las comisiones populares que se han constituido en los municipios a lo largo de todo el territorio llevan tiempo trabajando para este momento. El lema es Elkarrekin Mugituz Egingo Dugu.
El miércoles por la tarde se repartían chapas todavía en plena calle en Aretxabaleta, por ejemplo: Belarriprest o ahobizi. Dos roles para elegir en un ejercicio social sin parangón y que invita a participar a todas las personas mayores de 16 años que comprendan mínimamente el euskera.
Euskaraldia interpela a todos ellos. Por un lado, a los que tienen un conocimiento limitado del idioma y más les cuesta usarlo: un perfil ideal para ejercer de belarriprest. Su papel es estar siempre listos, preparados para que nos dirijamos a ellos y ellas en euskera.
La chapa que llevan con la leyenda belarriprest es una invitación a los ahobizis, los que deben romper el hielo e iniciar la conversación: un perfil ideal en principio para aquellos que dominan mejor el idioma y seguramente en muchas ocasiones se dirigen a los euskaldunberris en castellano porque piensan que les hacen sentir ás cómodos en su uso. Inercias que es necesario romper.
El éxito de 2018
“Cambiar esos hábitos lingüísticos” y eliminar complejos es el principal objetivo de Euskaraldia, que nació en 2018 como un experimento social de gran ambición y tuvo un éxito incontestable, con una participación que impactó y generó a su vez un efecto ola que atrajo a más gente a participar.
Hoy, en su cuarta edición, la efervescencia inicial parece disipada en cierto modo, pero Euskaraldia sigue siendo una cita ineludible para miles de personas que durante este periodo lucirán sus chapas y sigue muy viva. En la comunidad euskaltzale no hay ninguna duda de que es “uno de los principales activos” para la normalización lingüística de Euskal Herria.
Una invitación al euskera
Las chapas de uno u otro rol invitan a hablar euskera; y visibilizan la preocupación social de la población euskaldun, por una lengua propia que roza máximos en términos de conocimiento, pero sufre en el uso del día a día, incluso en los arnasgunes o pueblos con un grado de euskaldunización superior al 90%, donde los datos muestran ya cierto retroceso en el uso.
Euskaraldia se celebra cada dos años, con la salvedad de 2020, el año de la pandemia de covid-19, que llevó a posponerlo a 2021. Eso fue lo que cambió el paso de los años pares a los impares. La cuarta edición arranca con un apoyo institucional indiscutible.
La primera palabra, "siempre en euskera"
El ejercicio propone que los participantes utilicen en sus conversaciones diarias el euskera siempre en su primera palabra: “Cuando tengamos que preguntar algo a desconocidos, a pedir en tiendas y bares… lo haremos, siempre, primero en euskera. Si me entienden, sigo hablando en euskera, dando paso a conversaciones bilingües”, explica la propia Web oficial de Euskaraldia.
La chapa da un mensaje claro: “Egin nirekin euskaraz, lasai! (¡Habla euskera conmigo, con toda tranquilidad!). Así, el que quiera hablar euskera sabe que lo puede hacer con las personas que lleven la chapa”.
El compromiso institucional para con esta iniciativa es total en Gipuzkoa. Los Ayuntamientos del territorio se han sumado de forma masiva, organizando diferentes actos, desde el nivel avanzado que permite a unos adherirse al modo Euskaraldia Hika, un tuteo coloquial apto para los municipios más euskaldunizados, donde el ejercicio de practicar euskera es ya un hábito. Pero un hábito que hay que reforzar a pesar de todo. Ese es el objetivo de Euskaraldia.
Euskaldunes pasivos
Los datos dicen, de hecho, que incluso entre las personas vascófonas y los bilingües de origen, es decir, personas que dominan el euskera perfectamente, sigue habiendo un número importante de personas pasivas en el uso del euskera en su día a día.
La casuística es diferente en cada localidad, pero incluso en municipios altamente euskaldunizados como Zegama, la última encuesta del Eustat (2021) afloró un 8% de vascófonos de más de cinco años que son pasivos en el uso del euskera.
En Zumarraga, con una sociología diferente, el porcentaje de euskaldunes pasivos en el uso de su lengua materna, según la misma encuesta, era del 12% en 2021; y del 28% entre los bilingües: son 258 personas que son totalmente bilingües pero son pasivos en el uso del euskera.