Desde hace casi tres décadas, la Protectora de Animales de Gipuzkoa trabaja sin descanso para controlar la población felina callejera mediante el método CER (captura, esterilización y retorno). Aunque el trabajo continuado ha logrado contener parte del problema, la llegada masiva de camadas en primavera y verano sigue siendo un reto enorme.
“Empezamos a esterilizar hace casi 30 años, y aunque se nota el trabajo hecho, cada año nos llegan muchísimos gatitos que nos colapsan la enfermería”, explican desde la Protectora. Muchos de ellos nacen de gatas callejeras sin esterilizar o, directamente, de gatos abandonados por personas que no han asumido su responsabilidad.
Zona de cuarentena para evitar contagios
"Es terrible, por eso vamos a construir una zona de cuarentena", cuentan. Los gatitos llegan muchas veces enfermos o con parásitos, lo que supone un riesgo para el resto de animales acogidos. “Vienen de la calle y traen enfermedades que pueden ser contagiosas para otros gatos”.
“Cada primavera recogemos tantos gatitos que nos colapsan la enfermería”
La clave, insisten, está en la esterilización. Una sola gata puede parir hasta tres veces al año, con camadas de entre seis y ocho gatitos. Y lo peor: a los pocos meses, esos nuevos gatos ya pueden empezar a reproducirse. “Es importantísimo esterilizar, porque con ello se acaban las camadas”, advierten.
“No es que desaparezcan las colonias: surgen nuevas constantemente”, explican. Aunque algunas zonas están más controladas, el abandono y la falta de intervención temprana hacen que el problema se desplace y se reproduzca en otros puntos del territorio.
¿Qué hago si me encuentro un gatito?
Detectar animales sin esterilizar cuanto antes y no abandonar gatos domésticos es esencial para romper el ciclo. En ese sentido, desde la Protectora recomiendan lo siguiente: “Lo que hay que hacer es avisar en cuanto se vea un gato nuevo en la zona”.
“Una gata puede tener hasta 24 crías al año. La esterilización es fundamental para acabar con las camadas no deseadas”
Además, recuerdan que si alguien encuentra una camada, lo mejor es alejarse y no tocarlos, porque la madre suele estar cerca y no se acercará si hay personas alrededor. Si, tras un tiempo, los gatitos siguen solos, la Protectora interviene y les da acogida.