El Juzgado de lo Social Nº2 de Donostia ha condenado al Departamento de Salud del Gobierno Vasco a abonar a la familia del menor Yeray Rodríguez, de Lasarte-Oria, los gastos realizados durante el tratamiento de hormona de crecimiento en los que ha incurrido en un hospital privado (Policlínica Gipuzkoa), después de que el Departamento vasco de Salud le denegase dicho tratamiento en Osakidetza en más de una ocasión, y pese a las reclamaciones de la familia y la solicitud de profesionales médicos tanto de la red pública como privada.

La jueza estima, después de escuchar a las dos partes en el juicio que tuvo lugar el pasado mes de marzo, que "el menor cumple con todos los requisitos legales y necesarios" para que se le autorice dicho tratamiento; y añade también que "sin género de dudas", este tratamiento "entra dentro de la cartera de servicios" de Osakidetza.

El Departamento de Salud puede recurrir aún esta sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), una opción más que plausible después de la cerrazón exhibida en este caso.

La jueza considera que "sin ningún lugar a dudas", Osakidetza debió atender el caso, pero el Departamento de Salud puede recurrir al TSJPV aún

La madre del menor "no paraba de llorar" cuando conoció la sentencia este viernes. Recuerda que lo "pasaron fatal" en el juicio, pero sólo han tenido que esperar siete semanas a la sentencia. Poco tiempo al lado del año que ha costado que se celebrase la vista judicial.

Yeray tiene hoy 15 años; los cumplió el 2 de abril, y mide alrededor de 140 centímetros, frente a los 1,27 metros que alcanzaba cuando su familia emprendió esta batalla hace dos años y comenzó a aplicarle el tratamiento en Policlínica Gipuzkoa, con prescripción médica, por supuesto. En los primeros seis meses, creció cuatro centímetros, según acredita la sentencia.

Yeray Rodríguez, junto a sus padres. Lasarte-Oria Yeray Rodríguez, junto a sus padres. Lasarte-Oria

Inició el tratamiento en julio de 2023 en Policlínica Gipuzkoa, después de que la Comisión Asesora del Departamento de Salud desestimase su caso en repetidas ocasiones. El 18 de abril de 2023 lo denegó de forma provisional. Y aunque admitió que la talla de Yeray es "muy baja", señaló que "la velocidad de crecimiento es normal" y que el menor "tiene mucho retraso en la edad ósea".

El tratamiento cuesta a la familia "unos 1.000 euros al mes" a los que ha podido hacer frente gracias a "la ayuda" de muchas personas

Poco después, en mayo, una "doctora de pediatría/endocrino del Hospital Universitario de Donostia (HUD) rellenó la solitud para inicio del tratamiento de la hormona para crecimiento infantil, según reconoce la sentencia. El Comité Asesor valoró el caso nuevamente en junio de 2023 y "la respuesta fue similar". No.

1.000 euros al mes

Son unos 1.000 euros de gastos al mes para una familia que reconoce que sin la ayuda recibida por vecinos y personas y otras entidades, no podría hacer frente al mismo en la red privada.

Un frasco que con la dosis actual les dura entre 14 y 16 días, les cuesta "470 euros". Yeray recibe una inyección diaria (también se la aplica él), antes de acostarse, desde julio de 2023; y debe seguir haciéndolo hasta que termine la pubertad y los huesos indiquen que su crecimiento ha llegado a fin.

Yeray, que ya tiene 15 años, mide 1,40 metros y creció cuatro centímetros en los primeros seis meses de tratamiento que inició con 1,27

La sentencia contempla el pago de 4.705,64 euros, los correspondientes a las facturas que presentaron cuando se interpuso la demanda (más los intereses legales), pero "ya llevo gastados otros 9.000 euros" desde entonces, y la cuenta sube, asegura su madre, Patricia Martín. Lo importante para ella, más que el dinero, es la contundencia de la sentencia: Yeray debió y debe ser tratado con hormona de crecimiento por Osakidetza, el sistema público vasco de salud.

La jueza cree que Salud debió autorizar y aplicar el tratamiento con hormona de crecimiento al menor en Osakidetza. En su argumentación para negar dicho tratamiento, el Departamento de Salud insiste en que el menor no cumplía con todos los requisitos, "al menos en el momento que se le denegó el tratamiento".

"Es ilógico que le denieguen el tratamiento en Osakidetza, no puedo entenderlo. Si no se lo dan a Yeray, ¿a qué niños les dan?

Patricia Martín - Madre de Yeray

Salud defiende que el origen del problema está en una enfermedad congénita, el síndrome de intestino hipercorto, que dificulta la absorción de nutrientes por parte del menor, cuyo ritmo de crecimiento llegó a calificar de normal. Su madre asegura que entre agosto de 2022 y agosto de 2023, en un año, "no creció ni un centímetro". Fue lo que les alertó.

La sentencia recoge como hechos probados que antes del tratamiento con hormona de crecimiento en Policlínica Gipuzkoa, el menor crecía a un ritmo de 4,5 centímetros al año; y posteriormente, según los controles realizados, crece a un ritmo superior a los 6 centímetros al año. "Cada centímetro es importante para nosotros", asegura la madre.

El precio de la Justicia

La sentencia, aunque sea recurrida por el Gobierno Vasco, que sigue firme en su posición, da "ánimos a Patricia, porque "ahora mismo estoy ahogadísima, y eso que el pueblo nos ha ayudado, y hay gente que sigue metiendo en una cuenta algo de dinero; el colegio del niño también ha ayudado. ¡Una pasada!. Gracias a eso, porque si no, habría hecho cualquier cosa para pagar el dinero del tratamiento", añade.

Estimo que el menor cumple con todos los requisitos legales y necesarios a fin de que se le reintegren los gastos que han generado dicho tratamiento

Sentencia - Juzgados Social Nº2 de Donostia

Patricia agradece la labor de su abogado, "Óscar, que nos lo está haciendo de forma gratuita", porque si no, no podría haber hecho frente a este juicio. "Me pedían 5.000 euros otros abogados" y "además, aunque te den la razón, parece ser que a la Administración Pública nunca le condenan al pago de las costas del juicio. Así que tendría que asumir mi parte, aunque tengamos razón", lamenta.

También agradece la sensibilidad de la jueza, que "fue maravillosa", y "se comprometió" a retomar el caso lo antes posible, cuando la abogada de Osakidetza (a quien se dirigió la primera demanda) apuntó en el juicio que la parte demandada debería ser el Departamento de Salud, y no la propia Osakidetza. Tenía razón, al parecer. Más letra pequeña y formalismos para terminar de asfixiar a una familia humilde, que en un plazo de cinco días tuvo que redirigir la demanda al Departamento de Salud, al que unas semanas después defendió la misma abogada.

Salud, en sus trece

Patricia, la madre de Yeray, sigue sin entender por qué a su hijo se le denegó este tratamiento. "Es ilógico, no puedo entenderlo. Si no se lo dan a este niño, ¿a qué niños les dan? El informe de la Policlínica indica que Yeray "no cumple los criterios de exclusión" y que era un "paciente indicado para iniciar este tratamiento".

Salud dice que ese análisis lo ha hecho una médico "no especialista en endocrinología/pediatría que presta servicios en una clínica privada", y "sin tener todos los datos necesarios" para indicar el tratamiento con hormona de crecimiento.

Hasta dos resoluciones dictó el Departamento de Salud desestimando la solicitud. En sus argumentos en el juicio, el Gobierno Vasco defendió que no concurría ninguno de los requisitos exigibles para autorizar el tratamiento en este caso. E insiste en que todo es fruto del Síndrome de Intestino Ultracorto que Yeray tiene desde su nacimiento, una "enfermedad crónica derivada de un defecto congénito que causa, entre otros posibles síntomas o dolencias, una insuficiente absorción de nutrientes".

Salud defendió por ello que la denegación del tratamiento está "plenamente justificada". La jueza no lo ve así. Y es tajante: "Estimo que el menor cumple con todos los requisitos legales y necesarios a fin de que se le reintegren los gastos que han generado dicho tratamiento, después de que considere probado que tenía "una talla muy baja para su edad y los niveles de hormona de crecimiento en sangre están por debajo de lo normal".