El Banco de Alimentos de Gipuzkoa ha beneficiado durante el último año a un total de 17.202 personas a través de más de 150 entidades, que han hecho posible la distribución de los productos. La lucha contra el despilfarro y el trabajo en favor de los más necesitados son las señas de identidad de esta organización, que a través de sus diferentes programas ha distribuido 2.560 toneladas de alimentos. Seis de cada diez beneficiarias son mujeres.
Así figura en la memoria de actividad de la entidad, que en 2024 se enfrentó a un año “complicado”, entre otras razones, por la pérdida de los Fondos de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD). “A pesar de ello, nos adaptamos buscando nuevos recursos y ampliando la ayuda a más beneficiarios”, señala en el informe la presidenta del Banco de Alimentos de Gipuzkoa, Belén Méndez de Vigo, quien recalca que durante este último año han podido responder a la tragedia de la DANA que cambió para siempre la vida de muchas familias de la Comunidad Valenciana.
Fue una de las peores catástrofes hidrológicas en la historia de España, que afectó a cientos de personas y negocios, que aún trabajan para volver a la normalidad. “Respondimos con una gran explosión de solidaridad, demostrando nuestra rapidez en la entrega de alimentos”, indica Méndez de Vigo.
A los almacenes de la entidad llegan los productos a través de diferentes vías. El programa Último Minuto es el que más se ajusta al objetivo prioritario de luchar contra el desperdicio. Se trata de aprovechar aquellos alimentos que son rechazados en los centros comerciales y que se pueden recuperar antes de que vayan a la incineradora. La entidad ha trabajado con un total de 131 proveedores, y se han podido recuperar 859 toneladas.
Una segunda oportunidad
El voluntariado se encarga de recoger a diario y mediante ocho furgonetas los alimentos de las cadenas de producción, dándoles una segunda oportunidad. El programa Último Minuto es posible gracias a la colaboración del Departamento de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Las colectas y donaciones, según recoge la memoria de la asociación, también suponen una importante fuente de ingresos. Se trata del conjunto de iniciativas solidarias de recogida de alimentos llevadas a cabo por distintas organizaciones, centros escolares y empresas que los preparan y gestionan. También se reciben alimentos de supermercados, distribuidoras y firmas que donan sus productos. Por medio de esta vía se han obtenido durante el último año un total de 1.007 toneladas a través de 61 organizaciones.
A través del programa Último Minuto la entidad ha trabajado con un total de 131 proveedores, y se han podido recuperar 859 toneladas de alimentos
Con todo, la iniciativa más conocida del Banco de Alimentos es la llamada Gran Recogida, que se celebró entre los días 22 de noviembre y 1 de diciembre. Al igual que en las últimas ediciones, se apostó por un sistema de recogida mixta que combina alimentos y bonos. “Este modelo ha demostrado ser óptimo para maximizar la eficiencia de la campaña”, asegura la entidad.
Gracias a esta iniciativa el voluntariado pudo estar presente en 86 tiendas, y se pudieron recoger alimentos y bonos de un total de 210 establecimientos comerciales. En suma, por esta vía, según figura en la memoria, se obtuvieron 588.660 euros. La organización cuenta con un departamento de compras, creado en junio de 2020, que ha conseguido “rentabilizar al máximo hasta el último euro de las donaciones recibidas”.
Más de 90.000 kilos de frutas y verduras
El Banco de Alimentos de Gipuzkoa también ha recibido y distribuido un total de 90.021 kilos de frutas y verduras en el marco del Programa Europeo de Retirada de Alimentos, financiado con fondos comunitarios y gestionado por el Fondo de Garantía Agraria (FEGA) en colaboración con las comunidades autónomas.
Este programa, según explica la entidad, tiene como objetivo regular la retirada del mercado de productos frescos, como frutas y hortalizas, para destinarlos a la distribución gratuita entre las personas más necesitadas.
Así, desde sus almacenes en Bergara y Oiartzun, el Banco de Alimentos ha recibido catorce suministros de productores agrícolas, entre ellos, mandarinas, paraguayos, ciruelas, nectarinas, tomates, manzanas, peras y melocotones.
La distribución de los alimentos por todo el territorio se lleva a cabo gracias a centros asistenciales, las organizaciones que hacen llegar a las familias los productos. Existen lotes semanales de alimentos perecederos recogidos a través del programa Último Minuto. Mediante este sistema se pudo beneficiar el año pasado a 5.848 personas por medio de 42 entidades.
Existe a su vez un reparto mensual de lotes de alimentos que se distribuye en función de las existencias en los almacenes de Bergara y Oiartzun. En total se han distribuido 146 lotes que han beneficiado a 15.182 personas mensualmente.
Un total de 20 centros benéficos han hecho de intermediarios para garantizar el reparto de 90.021 kilos de frutas y verduras, del que se han beneficiado 3.653 personas
Además, un total de 20 centros benéficos asociados también han colaborado actuando como intermediarios para garantizar el reparto de 90.021 kilos de frutas y verduras. En total se han beneficiado del reparto un total de 3.653 personas.
Todo este trabajo es posible gracias a la colaboración de 185 personas voluntarias que, según su disponibilidad, acuden a los almacenes, intervienen de forma puntual en la campaña de recogida de alimentos, se encargan del transporte, clasifican los productos u organizan y preparan lotes. La entidad cuenta con un total de 74 personas socias, y además hay cinco profesionales contratados que realizan trabajos de administración y gestión de los dos almacenes.
La sensibilización social contra el desperdicio alimentario y la pobreza es otro objetivo muy presente en el seno de la organización, que cuenta con un proyecto educativo para “promover la solidaridad de la sociedad” en este campo. Durante este pasado año un equipo formado por tres personas voluntarias han ofrecido charlas en trece centros educativos, y el alumnado ha realizado 16 visitas al almacén de Oiartzun.