Investigadores del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de Donostia analizan cómo la sordera y la Lengua de Signos Española influyen en el procesamiento del lenguaje.
En un comunicado, desde el BCBL han señalado que el grupo de investigación enfocado la Lengua de Signos Española del centro ha crecido hasta contar, en la actualidad, con 11 personas.
"Nuestro objetivo es comprender cómo la sordera y el conocimiento de LSE influyen en el procesamiento cognitivo, especialmente en el procesamiento del lenguaje", destaca el investigador Ikerbasque y líder del grupo, Brendan Costello.
Para "avanzar en la comprensión de los mecanismos neurocognitivos asociados a la LSE y la sordera", el grupo de BCBL trabaja en diversos ámbitos, desde la investigación, hasta la concienciación social.
Técnicas de neuroimagen
A través de técnicas avanzadas de neuroimagen disponibles en sus laboratorios como la imagen por resonancia magnética (MRI) funcional, el 'eye-tracking' o la magnetoencefalografía, BCBL investiga cómo y dónde procesa la lengua de signos el cerebro de una persona sorda y si existen diferencias con la forma de procesar palabras escritas o habladas.
"Estudiamos un subgrupo de personas sordas con excelentes habilidades lectoras para entender qué mecanismos activan este dominio y abrir la puerta al diseño y desarrollo de estrategias educativas más eficaces para la adquisición de la lectura en niños y niñas sordas", ha añadido Costello.
Precisamente, en edades infantiles, el grupo colabora con el espacio BabyLab de BCBL para descubrir si padres y madres signantes adaptan su forma de comunicarse en Lengua de Signos Española con sus bebés de la misma manera que se produce en lenguaje oral.
Sincronización entre cerebro y lenguaje de signos
El seguimiento de la sincronización entre el cerebro y la lengua de signos, el análisis del procesamiento de los movimientos de las señas, las relaciones entre las formas y sus significados o la existencia de conexiones entre signos igual que con las palabras son otras de las investigaciones en las que trabaja el grupo de BCBL.
"Nuestro principal objetivo es proveer una descripción científica de la Lengua de Signos Española desde distintos puntos de vista y para ello necesitamos conocer cómo funciona la lengua, una buena base lingüística en términos de léxico o gramática, y saber cómo el lenguaje está representado en la mente y el cerebro", ha explicado.
En el ámbito nacional e internacional, el grupo mantiene abiertas colaboraciones con entidades como la Fundación CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) para nutrir una base de datos de léxico en Lengua de Signos Española, "abierta y accesible online"; o con el laboratorio SignLab de la Universidad de Amsterdam en un proyecto que investiga las divergencias en la percepción de señas de diferentes lenguas de signos.
El Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española (CNLSE), la federación vasca Euskal Gorrak, que ayuda en el reclutamiento de personas voluntarias, e iniciativas e investigadores de otras instituciones científicas como la Universidad de Hamburgo, la Universidad de Boston o la Universidad de Módena también contribuyen a los avances de BCBL.
Concienciación
Además, el grupo lleva a cabo otras acciones como la dinamización de un canal de Instagram, la realización de presentaciones en escuelas y asociaciones, clases de Lenguaje de Signos Española (LSE) al resto de personal de BCBL y la promoción de la interpretación en LSE en todos los eventos del centro vasco con dos objetivos: concienciar a la población sobre la lengua de signos y las personas sordas, así como hacer la ciencia más accesible a las más de 1 millón de personas que cuentan con discapacidad auditiva en España.
Actualmente, el grupo de Lengua de Signos Española de BCBL está formado por un equipo multilingüe que incluye a Brendan Costello como investigador principal, tres investigadoras postdoctorales (Chiara Luna Rivolta, Alexandra Navarrete-González y Jieying He), tres estudiantes doctorales (Joaquín Ordoñez, Kirill Aksenov y Ruiqing Zhang) y dos personas sordas como técnicos de investigación (Iñaki Montero e Isabel Olmos). Además, dos interinas están desarrollando sus trabajos de fin de Máster con el grupo.