Cada año se diagnostican en Gipuzkoa una media de 32 casos de cáncer de cuello de úteroArnaitz Rubio
Donostia – Una media de 32 mujeres reciben al año el diagnóstico de cáncer de cuello de útero en Gipuzkoa, y hasta 90 mujeres en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca. Según los datos facilitados por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco a este periódico, al año se detectan en Euskadi 90 casos, once en Araba, 47 en Bizkaia y 32 en Gipuzkoa.
Según define el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer de cuello uterino es el que se origina en las células del cuello del útero. También se conoce como cáncer de cérvix o cáncer cervicouterino. Se forma, por lo general, de manera lenta a lo largo del tiempo. Antes de que este cáncer se forme, las células del cuello del útero sufren ciertos cambios, conocidos como displasia, y se convierten en células anormales en el tejido del cuello uterino. Con el tiempo, si las células anormales no se destruyen o se extraen, es posible que se vuelvan cancerosas, se multipliquen y se diseminen a partes más profundas del cuello uterino y a las áreas que lo rodean. Cabe destacar que la infección prolongada por el virus del papiloma humano (VPH) causa casi todos los cánceres de cuello uterino.
Detección
Osakidetza tiene un programa de detección precoz de cáncer de cérvix. Su objetivo es detectar de forma precoz lesiones premalignas y el cáncer de cuello de útero o cérvix en sus fases iniciales. Este tipo de programas ha demostrado claramente su eficacia, puesto que su aplicación de forma adecuada y sistemática en determinados países ha conseguido reducir en un 70-80% la incidencia y mortalidad por este cáncer. “Osakidetza ofrece la posibilidad de realizarse una sencilla prueba con la que se pueden detectar lesiones precancerosas o la infección precursora de esas lesiones, antes de que se desarrolle el cáncer. Según el resultado obtenido, se valora el riesgo existente y se ofrece una recomendación personalizada. Participar es una buena manera de prevenir y cuidarte”, explican.
PREVENCIÓN
Vacuna. El cáncer de cuello de útero se puede prevenir mediante la vacuna del VPH. Ofrece protección eficaz frente a los principales tipos de VPH que causan las lesiones premalignas y malignas de cérvix. Actualmente está incluida en el calendario de vacunación infantil a los 12 años, y es más eficaz si se administra antes de haber iniciado las relaciones sexuales.
También puede ser útil en casos de infección o contacto previo, ya que este antecedente no protege completamente frente a futuros contactos por estos mismos tipos de VPH.
Participación en programas de detección precoz. Reduce notablemente la posibilidad de tener un cáncer. Actualmente Osakidetza oferta la realización de estas pruebas en su programa de detección precoz de cáncer de cérvix. El uso correcto del preservativo reduce las posibilidades de transmisión, aunque no las elimina totalmente.
Diversos estudios encuentran un leve incremento de persistencia del VPH entre las mujeres que han utilizado durante muchos años anticonceptivos hormonales orales. Este riesgo disminuye tras dejar el tratamiento. El uso del dispositivo intrauterino (DIU) no incrementa dicho riesgo.
La prueba de cribado o detección precoz consiste en tomar y analizar una muestra de las células que recubren el cuello del útero. La recogida generalmente es realizada por la matrona y se suele tolerar sin dificultad. Con la ayuda de un espéculo (dispositivo que se introduce en la vagina) se observa el cuello uterino y se recoge la muestra. Es un procedimiento sencillo y normalmente indoloro que no precisa ningún tipo de preparación. El análisis realizado y la periodicidad varía en función del grupo de edad: entre 25-34 años, se estudian las células del cérvix mediante un microscopio (citología cérvico-vaginal). En resultado de muy bajo riesgo, se repite cada tres años. Y entre 35-65 años, se realiza la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH). En resultado de muy bajo riesgo, se repite cada cinco años.
Causa
La causa principal del cáncer de cuello de útero es la infección prolongada en el tiempo de Virus del Papiloma Humano (VPH). Según el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades), el VPH es la infección de transmisión sexualmás frecuente a nivel mundial. El 80% de las personas sexualmente activas se infecta por algún tipo de este virus a lo largo de su vida. Actualmente no hay un tratamiento eficaz, aunque en la mayoría de los casos se cura espontáneamente. Este proceso curativo puede durar varios años, por lo que se trata de una situación transitoria que no supone riesgo. Lo habitual es que estas infecciones pasen desapercibidas, ya que no dan síntomas. En torno al 10-15% de los casos, cuando se mantiene durante años, pueden producir cambios en las células del cuello uterino que derivan en el desarrollo de lesiones premalignas que con el tiempo pueden evolucionar a cáncer.