Mikel Arana, que en 2009 fue elegido parlamentario autonómico por Gipuzkoa, es desde 2020 director general de Ordenación del Juego. 

¿Hay motivos para preocuparse por el auge del juego ilegal?

–Siempre supone un motivo de preocupación. El hecho de que parte del juego del mercado -en este caso on-line y Loterías- sea ilegal preocupa y ocupa. En cualquier caso, el índice se sitúa en torno al 3%, siendo de los más bajos de Europa. Continuamos con nuestra labor de prevención, detección y persecución, pero teniendo en cuenta que tenemos un índice de juego ilegal relativamente bajo. 

El Tribunal Supremo ha anulado parte del real decreto que limitaba la publicidad en el juego y las apuestas online. ¿El mercado corre riesgo de convertirse de nuevo en una jungla?

–En principio no, porque la sentencia del Tribunal Supremo ha avalado gran parte del Real Decreto 958/2020 de comunicaciones comerciales de las actividades de juego. Es cierto que algunos aspectos que estaban regulados han quedado a expensas de elevarlos a rango de ley, algo que ahora mismo está pendiente del Congreso. 

¿El mercado no está aprovechando este compás de espera para mover ficha?

–Los operadores están reordenando el tipo de publicidad, y a este respecto nos preocupa mucho todo aquello que tiene que ver con los bonos de bienvenida. 

¿En qué consisten?

–Es la manera que tienen las casas de apuestas de llamar la atención de nuevos usuarios, ofertando una serie de facilidades o regalos para que de esta manera se registren en su página. Estos bonos estaban prohibidos por el Real Decreto si no transcurrían treinta días desde la apertura de una cuenta operativa. Son bonos que van destinados a personas muy jóvenes, a partir de los 18 años. Nos preocupa este tipo bonos dirigidos al público joven, al igual que todo lo que tiene que ver con la publicidad en redes sociales.

Reordenación de la publicidad

¿Demasiado estímulo a edades tempranas?

–La publicidad está dirigida a un público muy joven, pero no va a volver a ser lo que fue antes de 2020. Por aquel entonces era prácticamente imposible pasar más de diez minutos enfrente del televisor sin ver un anuncio de juego. El problema ahora es que los operadores, al reordenar el tipo de publicidad, lo están haciendo con un coste de cuenta nueva cada vez menor. De este modo, con una misma inversión convencen a más gente para que empiecen a jugar, y los destinatarios son cada vez más jóvenes, con el consiguiente problema en caso de desarrollar algún tipo de trastorno. 

¿Ha crecido mucho la publicidad a través de ‘influencers’?

–Sí, sobre todo a través de afiliados, es decir, de personas que tienen que ver con el ámbito del juego, que utilizan Youtube o Twitch para animar a la gente a incorporarse al mercado y empezar a apostar. Algunos de estos afiliados no solo animan a participar en operadores legales sino también ilegales. De hecho, la mayoría de transacciones de juego ilegal en España se corresponde con operadores que ya han sido sancionados y que cuentan con una orden de bloqueo en vigor. Es decir, no es que se acceda a ellos sin querer a través de un buscador sino que hay que utilizar herramientas que permitan superar ese bloqueo. Aunque son una minoría, son afiliados con pocos escrúpulos ya que redirigen el tráfico hacia portales ilegales a los que de otra manera nunca se podría llegar. 

“Queremos equilibrar el mercado del juego, modificar el modelo de negocio que se basa en grandes pérdidas de un número limitado de jugadores”

Está demostrado que la disponibilidad de los juegos y su accesibilidad facilitan la adicción. ¿Mantiene contacto con asociaciones de consumidores rehabilitados? ¿Qué le trasladan?

–Estamos hablando de un problema que, en realidad, es intrínseco al juego online. Se trata de un mercado disponible las 24 horas al día durante los 365 días al año. Con ello tenemos que lidiar, y por eso estamos adoptando todas las medidas regulatorias que venimos adoptando. Hay que tener en cuenta que en el mercado del juego español el 1% de los perdedores generan un 30% de los ingresos, y que el 80% de los ingresos se generan sólo con el 10% de los jugadores. Estamos ante un mercado muy desequilibrado, y es algo con lo que también tienen que lidiar las propias asociaciones de jugadores rehabilitados. Mantenemos contacto con todas ellas para tratar de conocer cuáles son los principales indicadores del juego de riesgo. 

El 14% de los jugadores, en riesgo

¿En una sociedad tan adictiva resulta complejo encontrar el equilibrio del consumo no problemático?

–Bueno, se estima que en torno a un 13-14% de los jugadores del mercado online corre ese riesgo. No se trata de un porcentaje nada desdeñable, pero tal y como lo vemos, el problema no es tanto la propia actividad en sí. No podemos afirmar que la mayor parte de personas que accede al mercado de juego vaya a desarrollar algún tipo de problema. Hay que ser riguroso. Lo más preocupante es ese pequeño grupo de jugadores que puede acabar desarrollando un trastorno. En realidad, antes de que eso ocurra lo que han hecho es arruinarse, ellos y sus propios entornos sociales y familiares. Se trata de una adicción silenciosa que es muy difícil de detectar y para cuando se asume que está ocurriendo, los entornos familiares, sociales y laborales acaban muy dañados. Debemos intentar evitar llegar a esos niveles. 

¿Cómo?

–Una adicción, lógicamente, no surge de la noche a la mañana. Hay comportamientos de riesgo que es preciso analizar: depósitos muy cuantiosos, el incremento y reducción de los límites o, por ejemplo, la hora a la que se acuesta el jugador. Estamos analizando todos esos datos con el objetivo de desarrollar una herramienta, según el compromiso normativo adoptado por la dirección general de Ordenación del Juego. Queremos definir para todos los operadores los comportamientos de riesgo, y a partir de ahí, cuando se detecten problemas, adoptar medidas. 

¿Alguna medida en concreto?

–Esperamos que en torno a junio podamos poner en marcha el sistema de límites de depósito en conjunto. Los depósitos en España están limitados por operador de juego. Hay unos límites de 600 euros al día, 1.500 por semana y 3.000 al mes. Teniendo en cuenta que hay 63 operadores en activo, lo que pretendemos es que esos límites sean conjuntos, es decir, que a partir de un gasto de 600 euros al día entre todos los operadores se establezcan las alarmas. Queremos equilibrar el mercado del juego. Modificar el propio modelo de negocio que se basa en grandes pérdidas de un número limitado de jugadores. 

¿Está prevista una modificación de la ley para recuperar las limitaciones revocadas por el Tribunal Supremo?

–Sí, la idea es modificar la ley en todas aquellas medidas que ya definimos en el real decreto y que el Supremo nos exige que tengan rango de ley. Es algo que ya se ha presentado en forma de enmienda a la Ley por la que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública, que ahora mismo está en el Congreso, pendiente de que se convoque la comisión. Con su aprobación pasaría a ser norma, con lo que desaparecerían los bonos de bienvenida y las operaciones de promoción del juego que se realizan a través de Internet. 

Anuncios de famosos

Desde abril, tras la sentencia del Tribunal Supremo, han vuelto a permitirse las promociones para captar nuevos clientes, incluidos los anuncios de famosos. ¿Lo han podido constatar desde la dirección general?

–Por el momento, hasta la fecha no ha habido una avalancha de famosos queriendo anunciar operadores de juego, lo cual dice mucho sobre cuál es la percepción social sobre este tipo de actividad. En cualquier caso, por ley podrían hacerlo. De hecho, se están ofreciendo con intensidad los bonos de bienvenida, aquellos que te prometen echar las primeras partidas –sobre todo a casino– de manera gratuita. Son ofertas que en realidad tienen su letra pequeña porque es necesario jugar mucho para poder liberar esos bonos. 

¿Cuántas páginas web ilegales se han cerrado en lo que va de año?

–Llevamos 229 portales bloqueados, que suponen 2.961 páginas webs. Uno de nuestros cometidos es la detección, y en ese sentido se va generando un censo de juego prohibido. A medida que vamos detectando páginas webs o portales, los vamos incorporando al censo y notificamos al operador que han pasado a formar parte de un censo de páginas ilegales. En caso de que no las cierren, se abre un expediente sancionador con un bloqueo preventivo y se cancelan los dominios a través de las páginas webs. 

“En lo que va de año llevamos un total de 229 portales bloqueados, que supone el cierre de 2.961 páginas webs ilegales”

¿Qué tipo de infracción supone?

–Proporcionar juego ilegal sin tener licencia es una infracción muy grave que acarrea multas de entre uno y 50 millones de euros. En cualquier caso, muchos de estos operadores ilegales no son españoles, y son difíciles de localizar. Este tipo de sanciones lo que nos permiten es bloquear todas esas páginas y evitar que los operadores que están ofreciendo juego ilegal puedan adquirir algún tipo de licencia más adelante. 

Debe ser complicado rastrear un mercado tan vasto. 

–Es complicado, pero tenemos equipos muy buenos. Hay que tener en cuenta que también disponemos de los datos de los pagos que se realizan a través de tarjeta de crédito a todos los operadores de juego. Con esa información, podemos comprobar si han hecho abonos a un operador legal o ilegal. Además, de un tiempo a esta parte hemos iniciado nuevas estrategias de actuación, monitorizando las operaciones de juego que se realizan en bitcoins. Poco a poco vamos cercándoles, aunque en la medida en que lo vamos haciendo van abriendo otras páginas. 

Licencias de países lejanos

¿Supone un ejercicio de actualización constante?

–Constante y permanente. Hay una serie de operadores que ofrecen juego ilegal en España que tenemos localizados, pero el problema es que suelen tener licencias de países muy lejanos, y es muy difícil conseguir que cesen definitivamente su actividad. En cualquier caso, estamos en un porcentaje de juego ilegal del 3%, mientras hay otros países del entorno europeo presentan porcentajes mucho más altos. 

Hay empresas de juego que dicen que se les discrimina. Hablan de un trato de favor al juego público, de Loterías y la ONCE. ¿Qué opina?

–Que existe una ley del juego que define cuál es el tratamiento que se le da a cada modalidad de juego. La ley determina una serie de reglas conocidas por todos, y cuando los operadores entran a solicitar licencias, saben cuáles son esas reglas. Nosotros jugamos con esas cartas. Como dirección general de Ordenación del Juego no podemos hacer otra cosa que aplicar el tratamiento que nos viene por ley.

¿Se juega mucho en el Estado?

–No somos los que más lo hacen –son los británicos–, pero tampoco los que menos. Hay unos porcentajes de juego importantes. El año pasado uno de cada dos adultos jugó a juegos de azar, pero principalmente suelen ser loterías. Estamos en las fechas que estamos, y en Navidad ese porcentaje se eleva muchísimo.